Estos días ante el proceso electoral se acentúan discusiones en las que muchas personas creen que con sus impuestos les pagan los planes sociales a otras, pero ¿qué hay de cierto en esas afirmaciones? Intentaremos mostrar con datos qué aporta el Estado y a quiénes.
Una de las mentiras que se repite en las redes es que el 60% de la población cobra el Plan Potenciar Trabajo y por eso nadie quiere trabajar, esa es una afirmación equivocada ya que en nuestro país lo cobran 1.210.571 personas lo cual está muy lejos del 60%, pero además cobran $42.256 que es la mitad del salario mínimo con lo cual ninguna familia vive de ese ingreso.
Entonces está claro que la afirmación “prefieren cobrar el plan antes que trabajar” es una falacia ya que ambas situaciones (empleo / desempleo y subsidio) no tienen punto de comparación.
Una cantidad importante de personas repiten la frase “yo con mis impuestos mantengo vagos” ante lo cual analizaremos qué subsidia el Estado con esos ingresos considerando el transporte, la luz, el gas y la educación privada.
Una persona que viaje en tren 20 días al mes a trabajar paga de pasaje $1.100, si pagara sin subsidio sería $20.200, o sea el estado nacional le aporta al bolsillo $ 19.100.
Si esa persona además paga luz eléctrica y pensemos en una tarifa, por ejemplo, de $10.000 por mes el Estado le paga $7.000 y si sumamos que en la boleta de gas el Estado pone como suma fija $1.709 esa persona que se jacta de no ser planera recibe $ 27.809 lo cual se multiplica de acuerdo al uso de transporte de cada familia.
En el caso de que la familia mande un hije a la escuela privada el Estado financia al establecimiento el 100 % del costo de los sueldos docentes y auxiliares para que la cuota sea accesible.
Entonces las frases de “planeros que viven del estado”, “de la mía”, “negros vagos” son absolutamente una mentira, ya que cualquier familia que viaje en tren, ómnibus, pague energía eléctrica, gas o mande hijes a una escuela privada recibe del estado más dinero que un beneficiario del Programa Potenciar Trabajo.
Los discursos basados en frases vacías sin argumentos que adjudican a las familias humildes vivir de los impuestos de los que trabajan son un engaño, en todo caso se debería discutir si el Estado debe subsidiar a gran parte de la población lo cual incluye a quienes creen erróneamente que nada reciben del Estado, si corresponden los salarios altísimos y jubilaciones de privilegio a funcionarios mientras los y las trabajadoras tienen sueldos de miseria, si el sector privado que acumula ganancias obscenamente debe ser asistido por el Estado o la manera en que se distribuyen las ganancias.
El rol del Estado en la asistencia de quienes no poseen los ingresos suficientes para cubrir gastos como vivienda, alimento, salud y educación no es un tema por debatir ya que todo lo mencionado es un derecho humano básico y es responsabilidad del Estado garantizar el acceso a ellos.
Si el próximo gobierno decidiera desmontar los subsidios cada familia que hace uso de transporte de ómnibus, tren, servicios de gas, luz, agua, peajes, micros de larga distancia o escuela privada estaría abonando más de $ 100.000 que hoy cubre el Estado.
El sistema de subsidios nos puede parecer bien o mal, pero nadie en su sano juicio puede pretender eliminarlo como sostuvo Javier Milei ante el FMI y esto no es un tema menor, son datos a tener en cuenta considerando también que nada dice este candidato acerca de la mejora de los salarios o las condiciones laborales de quienes tendrían que cargar con esas subas.
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