MIGUEL ANGEL UNAMUNO, EL VARELENSE AGENTE DE INTELIGENCIA DE LA POLICÍA BONAERENSE, INFILTRADO EN DEMOCRACIA

En la década del ‘70 Florencio Varela era una ciudad que, según el censo de 1971, apenas superaba los 91.000 habitantes lo que permitía que muchxs vecinxs de edades similares se conocieran. En esa época, el joven Miguel Ángel Unamuno, perteneciente a una conocida familia local, cumplía tareas en la Policía de la Provincia de Buenos Aires como otros tantos varelenses.
Pero Miguel Angel Unamuno no era un policía bonaerense más, sino que cumplía tareas en la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense (DIPBA).
Con la vuelta a la democracia en 1983 un vecino del distrito, Jorge Carlos Fava, es electo Diputado Provincial por la Unión Cívica Radical, y Miguel Angel Unamuno, aprovechando que se conocían le solicita que lo trasladen a cumplir tareas a la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Cómo Diputado Jorge Fava integraba la Comisión de Derechos Humanos y Garantías e impulsó las investigaciones sobre los entierros de personas como NN en el Cementerio de Florencio Varela, a partir de las denuncias realizadas por el ex Bombero Voluntario y Concejal electo de la UCR, Oscar Bagliani.
El 29 de diciembre una comisión encabezada por el Diputado Provincial Jorge Fava visitó el Cementerio de Florencio Varela y la Tosquera de Amondarain ubicada sobre la Avenida Hudson y fueron seguidos por un grupo de inteligencia de la Policía Bonaerense a cargo del Oficial Inspector Ricardo Botta a bordo de un Fiat 125.
Ese grupo de inteligencia elaboró detallados informes sobre la comitiva encabezada por el Diputado Provincial Jorge Fava; los partes que contenían datos personales y familiares del Concejal Oscar Bagliani y del Presidente del Comité Radical, Juan Morielli, son elaborados por el oficial Inspector Ricardo Botta, el oficial Miguel Angel Unamuno y el Agente Francisco Benzi.
Miguel Angel Unamuno, el mismo que pidió el traslado como policía a la Cámara de Diputados porque, según sus dichos, “durante la dictadura sentía rechazo por las conductas de sus camaradas de la bonaerense», compartía las horas y los viajes con el Diputado Jorge Fava, se había infiltrado aprovechando el tiempo que había compartido durante su juventud con miembros del equipo del diputado.


El dato de que Miguel Angel Unamuno estaba infiltrado en el entorno del Diputado Jorge Fava surge de los partes de inteligencia de la policía bonaerense a los que accedió la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Florencio Varela.
Los miembros del equipo que encabezaba el Diputado Fava nunca sospecharon que ese varelense con el que algunos habían compartido la vida durante su juventud, que cebaba mate cuando volvían de La Plata, era un perverso que cumplía tareas de inteligencia.
El avance de la democracia encuentra a Miguel Angel Unamuno cumpliendo tareas de inteligencia en Quilmes donde siguió con detalle las actividades del Obispo Jorge Novak, Agustín Ramírez y otros sacerdotes y líderes sociales. Esa información surge con claridad cuando la familia de Agustín Ramírez, un joven líder social asesinado el 5 de junio de 1988 en Solano (Quilmes), recibe documentación de la DIPBA a través de la Comisión Provincial por la Memoria.
El agente de inteligencia de la bonaerense, Miguel Angel Unamuno es el responsable de la mayoría de los partes de inteligencia sobre Agustín Ramírez, sacerdotes y el propio Obispo Novak dónde detalle actividades, construye mapas y adjunta volantes donde caracteriza las actividades como subversivas.
Agustín Ramírez junto a su compañero Javier Sotelo fueron asesinados a balazos en la madrugada del 5 de junio de 1988 y un parte firmado por Miguel Angel Unamuno dando detalles de sus últimas horas admite la responsabilidad policial en sus muertes, y expresa con claridad la perversión de los agentes de inteligencia que, una vez finalizada la dictadura, continuaron su miserable tarea sobre personas comprometidas con la defensa de los Derechos Humanos.


Hoy este personaje siniestro continúa en libertad caminando nuestra calles y gozando del respeto de muchas personas que no conocen su historia, la justicia no lo alcanzó pero el repudio social lo debe hacer.


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