En los últimos tres años Florencio Varela es testigo de un aumento de muertes con incremento en los signos de crueldad. En general son muertes jóvenes y suceden en la periferia de la ciudad, en los barrios donde la venta de drogas y la disputa de los territorios que la policía bonaerense libera y regula son una realidad.
El anterior jefe de distrito, Ramón Rodríguez, inventó “la banda de los paisas”. Según él, un grupo que vendía drogas, fuertemente armado contra los que luchaba denodadamente, todo un verso del sector mayoritario de los azules. Una investigación del fiscal Daniel Ichazo de Berazategui demostró cómo el segundo jefe de la distrital de Berazategui y un grupo de policías “alquilaban” un campo en el límite de Varela llamado “La vasca” para vender drogas, por el accionar del fiscal están presos.
Casualmente en Florencio Varela los barrios que limitan con otros distritos y los campos de la periferia de la ciudad están inundados de venta de drogas y las muertes violentas se suceden una tras otra.
En noviembre se realizará el juicio por la desaparición de Lucas Escalante y el asesinato de Lautaro Morello, estará en el banquillo de los acusados el excomisario mayor Francisco Centurión (ex jefe de narcotráfico Quilmes, ex jefe de narcotráfico Lanús- Avellaneda y ex jefe de la Oficina de Enlace entre la Bonaerense e Interpol), un ” poronga de la bonaerense ” que pasa sus días preso.
Estos días apareció el cuerpo de un joven asesinado en el Barrio Agustín Ramírez, estaba mutilado y con signos de una brutal golpiza. El jefe distrital Edgardo Perdiguero ordenó silencio y la bonaerense intenta explicar que “solo se trata de un cuerpo arrojado en nuestro distrito”. Ese cuerpo apareció en la jurisdicción de la Comisaría 2da donde la venta de drogas en casi todos los barrios es una muestra del desempeño de su titular, el comisario Páez, o es un ineficiente absoluto o la droga se cobra.
La mayoría de las causas de drogas de nuestra ciudad que logran concretar detenciones es fruto de la tarea de la Ayudantía de Drogas a cargo de Leonardo Valli que depende de la Fiscalía N°1 a cargo del fiscal Dario Provisionatto.
En Florencio Varela hay seis comisarías que tienen tareas de investigación, la Sub DDI, la UTOI, el Comando de Patrulla, las motos con personal policial con armas largas a lo que se suma la Gendarmería y, sin embargo, la ciudad es el terreno fértil para que nos inunde la droga y la violencia que ocasiona. La tarea del jefe distrital Perdiguero y sus comisarios traídos de Almirante Brown que no estaban contaminados demostraron su ineficiencia o su rapidez en aprender el viejo oficio de “cobrar la droga”.
Mientras tanto las autoridades policiales y algunos medios de comunicación parapoliciales repiten sin cesar “es un ajuste de cuentas” como si la policía no tuviera nada que ver.
¿Hasta cuándo el poder político que gobierna la ciudad sostendrá esta conducción policial que no puede mostrar un solo indicador exitoso?
En este escenario de desidia y corrupción las violencias y las muertes crueles de pibes y pibas de los barrios aumentan mientras las autoridades miran para otro lado y los billetes se apilan en los bolsillos de los inescrupulosos de siempre.
CASO LAUTARO MORELLO Y LUCAS ESCALANTE- https://agencialabarriada.org/todos-los-nombres-de-la-investigacion-por-el-asesinato-de-lautaro-morello-y-la-desaparicion-de-lucas-escalante
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