Durante el año 2002 gobernaba el país Eduardo Duhalde en medio de una profunda crisis social y una creciente protesta encabezada por movimientos de trabajadores desocupados.
El peronismo también gobernaba la Provincia de Buenos Aires de la mano de Felipe Solá, quien había designado como Ministro de Seguridad a Luis Esteban Genoud, el varelense acusado de entregar a sus compañerxs de la tendencia peronista en la dictadura militar 1976 – 1983.
Junto con Luis Genoud llegó también un personaje siniestro llamado Mario Mijin alias “el verduguito» de la comisaría quinta de La Plata donde se hizo famoso por las torturas que aplicaba.
El 26 de junio del 2002 la protesta se situaba en el Puente Pueyrredón, ese trágico día dos jóvenes líderes del movimiento piquetero Dario Santillan de 21 años y Maximiliano Kostecky de 22 años fueron asesinados.
A partir de los hechos se abrieron tres investigaciones penales; una de carácter federal para determinar la responsabilidad de fuerzas de seguridad nacionales y responsables políticos; y dos investigaciones provinciales, una sobre las fuerzas de seguridad y la otra sobre responsables políticos.
Luego de 22 años de los hechos solo fueron condenados dos miembros de la policía bonaerense, el Cabo Alejandro Acosta y el Comisario Fanchiotti dejando por fuera a los responsables políticos.
El caso más vergonzoso es que el peronismo de la Provincia de Buenos Aires, luego de que Genoud renunciará como Ministro de seguridad, lo designaron Juez de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires.
Desde ese lugar se aseguró su impunidad y la del resto de los responsables políticos.
Estos días vemos con asombro e indignación que uno de los dos condenados a prisión perpetua recibió el beneficio de la libertad condicional.
El PJ de Duhalde – Sola – Pereyra y Genoud se garantizó la impunidad durante 22 años, frente al asesinato de Dario Santillan y Maximiliano Kosteki.
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