“La cuarentena se aplica sólo para un sector de la sociedad”

En entrevista con FM La Barriada, Karina Raimondo, integrante de la Red de Centros Comunitarios Monseñor Enrique Angelelli, alertó sobre los efectos que provoca la cuarentena total obligatoria en los sectores más vulnerables de la sociedad.

“El gran problema es que en un país donde hay un 40 por ciento de pobres, este parete económico y la cuarentena total afectan de diferentes formas según la clase social”, resaltó.

En relación al cumplimiento del aislamiento social obligatorio en el partido de Florencio Varela donde la Red nuclea a más de veinte centros comunitarios, visibilizó que en los barrios la gente casi no sale, lo que también se encuentra asociado a una gran presencia de las fuerzas de seguridad en las calles.

Al respecto de la situación en que la cuarentena posiciona a las familias de los distintos barrios varelenses, explicó que si bien en las escuelas públicas se entregaron alimentos, éstos fueron sólo 6 productos por familia, por lo que “es totalmente insuficiente”.

Frente a  este contexto es que desde la Red distintos centros han decidido mantener el contacto con las familias mediante la entrega de alimentos o platos de comida caliente por día, aunque las organizaciones no han recibido hasta el momento ningún apoyo en este aspecto por parte del gobierno provincial ni municipal.

En relación a la falta de apoyo estatal sobre la cuestión alimentaria, expresó que desde la Red entienden que es para evitar el contagio, para que la gente no se junte, pero “eso funciona sólo para un sector”.

“La cuarentena se aplica sólo para un sector de nuestra sociedad”, alertó resaltando que muchas familias no tienen gas ni heladera, viven en condiciones de hacinamiento y en algunos casos no tienen agua potable.

Por otra parte, en relación a la presencia de fuerzas de seguridad en las calles afirmó que “hay que estar atentos al abuso policial”, ya que aún en esta situación de emergencia las fuerzas “responden a la misma lógica institucional”.

En otro aspecto pero también relacionado con la violencia, subrayó que “no hay perder de vista que en febrero murió una mujer cada 23 horas”, por lo que otro punto a tener en cuenta es la situación de violencia en los contextos familiares, ya que muchas mujeres que padecían hipervigilancia por parte de sus parejas tenían la posibilidad de contar con horas en las que se encontraban fueran de sus casas, cosa que no sucede en este contexto.

Frente a este panorama, destacó el trabajo cotidiano que se realiza tanto desde la Red como de otras experiencias organizativas que muchas veces son las únicas experiencias comunitarias en el territorio, y afirmó que uno de los reclamos hacia el Estado es que reconozca este trabajo sociocomunitario, dado que esta crisis sanitaria encuentra a estas organizaciones en una situación muy compleja producto de años de desfinanciamiento.

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