Una vez más el peronismo local logra ganar la intendencia, pero este resultado tiene numerosos detalles para analizar y comprender acabadamente los resultados.
El sistema político local moldeado e influido por Julio Pereyra desde su llegada al poder en 1992 volvió a dar resultados, pero se consolida un núcleo importante de repudio.
Por un lado, Julio Pereyra como presidente del Partido Justicialista armó una lista de concejales en la que la mayoría de los candidatos son funcionales a él y expresan cabalmente las tramas oscuras del pereyrismo y la aspiración de condicionar a Watson o lograr su desplazamiento.
Por otro lado, están las dos listas opositoras mayoritarias encabezadas por personajes vinculados políticamente a la trama ideada por Julio Pereyra. La ciudadanía rechazó las falsas alternativas como la de los libertarios cuyo candidato a intendente era Nicolás Scrocchi quien hasta hace dos años compartía espacio con nada menos que “Chicho” Basile, un símbolo de la corrupción y socio de Pereyra. Pero también estaba Florencia Casamiquela, una histórica pereyrista. Los números están a la vista.
Miremos las cifras para entender lo sucedido, el padrón total es 353.197 y votaron 263. 873 o sea no votaron 89.324 lo cual muestra un incremento en la cantidad de votantes respecto a las elecciones PASO.
Andrés Watson consiguió casi 30.000 votos más con respecto a las elecciones PASO en consonancia con el crecimiento de Sergio Massa y Axel Kicillof, lo cual lo fortalece frente al enojo en ascenso de Julio Pereyra y sus oscuras intenciones. A pesar de la correlación entre el aumento de votos a nivel nacional y a nivel municipal, Pereyra sostiene que la mejoría obedece a que tomó el timón de la campaña.
La lista libertaria encabezada por Nicolás Scrocchi hizo un pobre papel electoral donde alcanzó 56.619 y la otra sorpresa es la llamativa pérdida de votos de Florencia Casamiquela con respecto a las PASO alcanzando solo 32.625 votos mostrando otra pobre cara de la oposición.
Otro elemento es que Scrocchi y Casamiquela en toda la campaña no hablaron de los múltiples temas que afectan a la ciudad y no mencionaron críticamente a Julio Pereyra, el gran responsable del estado actual de la ciudad, un claro ejemplo de los vínculos políticos.
Si miramos el padrón general podemos evaluar que el 38,24 % del padrón no votó, votó en blanco o impugnó el voto lo cual muestra un núcleo duro de protesta ante el gobierno municipal que también repudia la oposición creada por Pereyra.
Watson expresa casi 4 votantes de cada 10 donde si bien mejoró sus números sigue habiendo un rechazo mayoritario considerando que 6 de cada 10 votantes rechaza el gobierno municipal a pesar de los festejos.
Por último, el Frente de Izquierda sufrió la pérdida de más de la mitad de sus votos con respecto a hace dos años cuando por un puñado de votos no logró ingresar un concejal por primera vez en la historia de la ciudad.
Para quienes desde el oficialismo ingenuamente festejan el triunfo deben recordar que el 60 % de la ciudad se opone a la gestión por lo cual la conflictividad social no desaparece mientras que Scrocchi y Casamiquela ya empezaron a borrarse de la escena opositora.
Con los resultados obtenidos se ponen en juego 12 bancas de concejales donde el PJ obtendría 7, Juntos 2 y los Libertarios 3.
Entre quienes ingresan al Concejo Deliberante por los libertarios está Vallejos, Marlen Canto quien es pareja del concejal de Juntos Diego Giménez denunciado por las víctimas de Zisuela y “Chamuyo” Taborda, admirador del condenado por trata de menores y mayores Daniel Zisuela.
Por el lado de Juntos ingresa Pablo Alaniz y es reelecta Marcela Ochs, sin dudas Julio Pereyra esboza una sonrisa ante el ingreso de estos opositores.
Foto: Prensa PJ
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