En estos dias se impulso una actividad en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para reivindicar a las que denominan «víctimas del terrorismo» y fortalecer las posturas negacionistas .
Dicha actividad fue impulsada por Victoria Villaruel actual candidata a vicepresidente de Javier Milei, cuya fórmula alcanzó el 30 % de los votos emitidos en las últimas elecciones PASO.
Las posturas negacionistas, la descalificación hacia Estela Carlotto, la mentira como herramienta para fomentar el odio estuvieron a la orden del día en la legislatura de la ciudad de Buenos Aires y merecen todo el repudio. Los derechos humanos y en este caso la construcción de una memoria histórica basada en la verdad y la justicia requiere coherencia y una defensa irrestricta frente a cualquier gobierno.
En Florencio Varela, como en muchos lugares de la Argentina se ha consolidado una práctica política de defender los derechos humanos de manera selectiva; depende quien viole los DDHH o quien sea el/la perjudicadx se expresara repudio o silencio.
En nuestra ciudad, el Bloque de Concejales del PJ es un ejemplo de esa doble moral escandalosa, ya que estos días hicieron público su repudio a la actividad de la Candidata a Vicepresidente Victoria Villaruel con argumentos que son correctos frente a tamaño provocación negacionistas. El problema es que ese mismo Bloque de Concejales no acompaña con sus acciones lo que declara desde el discurso. El bloque de concejales del PJ acompañado de Juntos x el cambio, un sábado feriado de marzo de 2021 convocó una sesión extraordinaria para brindar su apoyo al miembro de la Corte Suprema de Justicia Luis Genoud, quien iba a ser repudiado por familiares de personas detenidas desaparecidas, Organizaciones sociales y la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de nuestra ciudad.
En este caso no importó que Luis Genoud haya sido denunciado por Nelly Bartucci ante la Cámara Federal de La Plata por ser quien la amenazó en la Comisaría 1°, cuando su hermano fue secuestrado o que este oscuro personaje haya sido el Ministro de Seguridad cuando fueron asesinados Maxi Kosteky y Dario Santillan.
Podemos sumar que dos personajes claves en la masacre del Puente Pueyrredón los comisarios inspectores Alfredo Fanchiotti y Mario Mijin eran amigos de Genoud y fueron designados por él, en sus respectivos cargos.
En el caso del Verduguito Mijin es más grave ya que al momento de ser designado tenía un pedido de extradición a España por ser unos de los torturadores de la comisaría 5 en La Plata… como vemos todos buenos muchachos. Sin olvidar que Luis Genoud es un personaje central del poder local junto a Julio Pereyra .
Otro ejemplo de la doble moral es la adjudicación de la recolección de residuos a la Cooperativa 31 de Mayo que es la fachada de modo público y descarado del negocio millonario del secuestrador Francisco Chicho Basile, por supuesto los concejales del PJ a los que se suman los de Juntos y el silencio de los libertarios es total.
También esa doble moral se hizo pública cuando trascendió que en el último cumpleaños de Julio Pereyra los concejales Antonio Tony Suárez, Cristina Fioramonti y Dario D’aquino compartieron abrazos, risas y bebidas costosas con Francisco Chicho Basile el mismo secuestrador de la empleada municipal Melva Campodonico y prófugo en el levantamiento militar de semana santa por atentar contra la democracia.
Está doble moral en un tema tan sensible a nuestra historia como lo sucedido en la dictadura, muestra cómo determinadas prácticas políticas colaboran para que parte de la población enojada y descreída vote a Milei / Villaruel, y se enraizan los nefastos argumentos negacionistas.
Frente a esta defensa selectiva de los derechos humanos hay que fortalecer prácticas políticas de real defensa de los derechos humanos frente a cualquier gobierno, independiente de los amiguismos y de los partidismos politicos para poner freno al avance del negacionismo.
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