EL BATALLON 601 DE INTELIGENCIA QUE ACTUO EN FLORENCIO VARELA

El Batallón de Inteligencia 601 fue creado en 1968, dependiendo del Estado Mayor del Ejército, teniendo entre muchas funciones la de infiltrarse en las organizaciones populares, esa práctica permitió que sean claves en el genocidio sucedido en nuestro país en el periodo 1976 – 1983. En Florencio Varela las y los ciudadanos convivieron con personajes que participando en actividades cotidianas espiaban a militantes políticos y sindicales sin levantar sospechas, mecánicos, técnicos de TV, bomberos, fotógrafos, obreras.

Florencio Varela no fue ajena a las tareas de inteligencia, la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia del Centro de Participación Popular Monseñor Enrique Angelelli luego de un arduo trabajo logro determinar que 15 de ellos vivían en Varela.

Uno de los más notorios fue Ricardo Miguel “Pocho” Sosa quien íntegro la custodia del General Miguel Angel Iniguez, jefe de la Policia Federal, este personaje fue colaborador estrecho de López Rega, en el periodo septiembre de 1973 a abril 1974 durante el gobierno de Juan Domingo Perón.

Además Pocho Sosa íntegro el cuerpo activo de los Bomberos Voluntarios de Florencio Varela, pero su lugar más notorio fue ser el jefe de la custodia del Ingeniero De La Fuente, uno de los dueños de la Empresa Martínez y De la Fuente, empresa que fue  beneficiada por la obra pública durante la dictadura militar.

La figura de Pocho Sosa y su pertenencia al Batallón 601 no era desconocida por el Ingeniero De La Fuente y su entorno familiar, ya que era una persona de su máxima confianza.

Otro de los agentes de inteligencia varelenses es Eugenio “el polaco” Cipolat, quien durante muchos años fue la sombra del Intendente Julio Carpinetti, incluso vivió en su casa. En los 90, durante el gobierno de Carlos Menem cuando se produjo el atentado contra Pino Solanas, Cipolat fue investigado.

El Polaco hoy y hace una década, cuando asistía al Concejo Deliberante

Durante mucho tiempo se dedicó a trabajar en una empresa de turismo, hasta que reapareció en la vida política como colaborador del Secretario General del Sindicato Municipal Dario Daquino, participando en actos políticos y plenarios de empleados municipales.

Estos agentes de inteligencia cumplían diferentes roles en nuestras vidas cotidianas, por ejemplo Pedro Cantero era fotógrafo de fiestas familiares y su familia nunca supo que fue un agente de inteligencia.

Otros eran mecánicos como Juan Domingo Carpita o técnicos de televisión como Julio Daniel Robledo. Ricardo Sena era miembro del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Florencio Varela, José María Undiano, masajista, Rosa del Carmen Sánchez Trabajadora de la Campagnola. El listado continúa con Hugo Esvar Enriquez, Francisco Novoa ,  Leopoldo Almada, Carlos Dario Amatto,  Pablo Gustavo Losardo, Francisco Novoa, Julio Daniel Robledo, Daniel Vega, Horacio Antonio Carrondi, en los 80 fue detenido por profanar el cementerio judío de Berazategui – vivía en el centro de Florencio Varela.

Gracias al enorme trabajo de las y los miembros de la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Florencio Varela, hoy conocemos quienes desde lugares diversos construyeron información que quizás se usó para que desaparecieran personas.

Como último, es preguntase, como empresarios, funcionarios y sindicalistas aceptan en sus entornos de confianza a siniestros personajes de la dictadura militar.


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