FLORENCIO VARELA: ¿POR QUÉ A LOS BARRIOS LOS TAPA LA BASURA?

El municipio firmó el 30 de diciembre del 2021 un contrato millonario de recolección de residuos que gracias a los acuerdos políticos no se cumple.

Basta recorrer los barrios de Florencio Varela, sobre todo la periferia, para comprobar que la basura se acumula en cientos de lugares debido a que no se realiza la recolección a pesar de las cláusulas que establece el contrato firmado entre el municipio y la Cooperativa de Provisión de Servicios para Idóneos 31 de Mayo.

Dicho contrato figura registrado con el número 434/21 y fue firmado por el intendente Andrés Watson y el Presidente de la Cooperativa Néstor Omar Pérez.

Para ver y descargar: 434-21 Contrato Basura.pdf

Aunque Néstor Pérez es el presidente de la cooperativa, el manejo de la misma está en manos de Francisco “Chicho” Basile y son empleados de su confianza quienes realizan los cobros, según confirman fuentes municipales.  Por otro lado, el domicilio legal de la cooperativa es en calle Monteagudo 4 piso 3, propiedad que pertenecería a Basile.

El contrato de recolección le cuesta a todos los varelenses la suma de $ 5.336.709.905,28 y establece que la cooperativa debe recolectar los residuos en todas las calles de tierra y asfalto abiertas al uso público de lunes a sábados y en caso de no hacerlo se considera falta grave y el municipio cobra una multa del 3% del valor de la última factura abonada a la cooperativa.

Además, en los barrios populares donde no están las calles abiertas al uso público se deben colocar conteiner que deberán ser limpiados en el lugar de lunes a sábados debiendo poner a disposición un máximo de 400 de ellos.

Según el contrato, los camiones de recolección serán 50, de los cuales 30 no pueden superar los 10 años de antigüedad y 20 no pueden superar los 20 años.

También está pautado un férreo control de la Secretaría de Obras Públicas a cargo del Arquitecto Diego Trejo quien puede aplicar multas e incluso rescindir el contrato en caso de incumplimiento por parte de la cooperativa. Según lo pautado, cada camión contará con cámaras para que el municipio pueda controlar el cumplimiento del contrato y en caso de no hacerlo establecer las sanciones.

Sin embargo, basta preguntar a cualquier vecino de la periferia si le recolectan la basura de lunes a sábados y la respuesta será negativa, un motivo es que gran cantidad de calles de tierra no están en condiciones para ingresar camiones.

Ante esta situación el contrato establece que cualquier vecino o vecina puede realizar el reclamo por medio del Call Center, la ventanilla única o solicitar el libro de quejas, y que ese reclamo se transformará en multa.

Lamentablemente, fuentes municipales afirman que se les paga a los colaboradores de Basile la totalidad del contrato y los cientos de faltas graves por no recolectar no se aplican debido a los acuerdos políticos con Julio Pereyra.

¿Por qué se contrató una cooperativa sin ninguna experiencia en el tema? ¿Por qué los colaboradores de Basile se encargan de los trámites si es una cooperativa? ¿Por qué no se aplican multas o se rescinde el contrato ante tan deficitario servicio? ¿Por qué los trabajadores cobran sueldos y no los dividendos por ser miembros de la cooperativa?

Estas y muchas más preguntas podemos hacernos ante un servicio paupérrimo que se sostiene solamente porque Basile es socio político y económico de Julio Pereyra.

Mientras los 24 concejales nada dicen sobre el contrato de la basura y recorren los barrios haciendo promesas de un futuro mejor, miles de familias viven a merced de las ratas y la contaminación de las napas.

Una vez más a pesar de que gobierno municipal y opositores declaman vacías propuestas de cambios para nuestra ciudad, la realidad demuestra que existe un pacto de impunidad que deja a Florencio Varela como rehén de numerosos negociados.