«Soy hermano de sangre de Ernesto, y compañero en ideas del Che»

El 9 de octubre de 1967 se dio a conocer la muerte de Ernesto “El Che” Guevara, asesinado a manos de las Fuerzas Armadas de Bolivia en complicidad con la CIA.

En entrevista con FM La Barriada, su hermano Juan Martin consideró que el asesinato del Che implicó “la derrota de un proceso revolucionario que aún queda pendiente”.

“Su actividad, acción y pensamientos eran para hacer que la libertad y la equidad fueran reales, no como la mentira de igualdad de oportunidades que se dice ahora”, planteó.

“El término subversión sólo significa dar vueltas las cosas, pero la establecieron como una palabra terrible”, expresó, resaltando que la Revolución Cubana “no fue para nada tranquila”, y comentando que su casa fue ametrallada varias veces, pusieron bombas en ella e incluso antes y después de la dictadura él mismo estuvo preso.

“Soy hermano de sangre de Ernesto, y compañero en ideas del Che. No puedo separar una cosa de la otra”, aseguró.

Además, destacó que El Che “no fue sólo un guerrillero”, sino que de sus 39 años de vida sólo pasó uno en Bolivia y dos en Cuba “con las armas en la mano”.

“Los otros 36 años no fue un militar. Es cierto que es un icono y un mito, pero por eso es importante hablar de la familia, porque es una forma de humanizarlo”, señaló.

“Tenía papá, mamá y hermanos. Jugaba a la pelota y era un tipo común”, recordó.

“Hay miles de banderas y remeras con la foto del Che, pero es importante agregarle contenido humano y de pensamiento”, opinó.

“Tenía 15 años más, así que yo era “el pibe”. Él se ponía a jugar y a buscar lo que más me gustara o molestara. Siempre fue un molesto y tenía un humor muy especial”, declaró.

Por otra parte, aseguró que su familia era muy “movediza” pero “estricta” en relación al estudio y la lectura.

“En mi casa la lectura era bien amplia, pasando desde Trotsky a Freud. Ernesto era un gran lector, era increíble lo rápido que leía y siempre andaba con libros. Cuando lo capturaron en Bolivia, además del diario tenía libros donde copiaba poesías y notas de algunos filósofos”, remarcó.

“De la mezcla de mi viejo -un tipo de la calle, tanguero, dibujante, pintor y pensador de sueños que no llevaba a cabo- y mi madre -que era lectora profunda y emprendedora- lo mejor que salió fuer Ernesto, una mezcla del soñar con las cosas y llevarlas a cabo”, refirió.

Foto: lavanguardia.com


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