Luego de la interrupción de las negociaciones por parte del gobierno provincial sobre el predio de Guernica donde miles de familias habitaban desde julio, la policía bonaerense ayer realizó el desalojo por medio de una violenta represión.
“Estaba todo planeado. Fue muy triste y muy lamentable porque había mucha desventaja”, refirió, en entrevista con FM La Barriada, la delegada del predio Ana.
“Gracias a que en los barrios tratamos de mantener una organización, empezamos a sacar a los chicos, que siempre son la prioridad, porque veníamos oliendo lo que iba a pasar”, manifestó, explicando que “todo era muy confuso” e intuyeron que negociación se iba a detener.
“La propuesta se terminó cayendo a última hora. Empezamos a sacar a los niños porque se veía venir muy fuerte, y a las 3 y media de la mañana comenzó todo”, relató.
“La policía empezó a acorralarnos. No fue un desalojo pacífico -como se había propuesto desde un principio- y comenzó de noche, aunque tampoco debería haber sido así”, observó.
“La represión duró casi cuatro horas. Fue horrible”, lamentó, comentando que habían hecho una vigilia y habían tratado de organizarse lo máximo posible, “más que nada para que no hubieran heridos ni ninguna muerte”.
“Nos encerraron y no nos permitían salir. A los pocos que pudieron salir, los persiguieron casi por 40 cuadras, incluso fuera del predio agarraron a compañeros y luego a gente al azar, aunque fuera a trabajar o solamente se acercara a chusmear”, denunció.
Al respecto, indicó que días atrás les delegadas habían hecho un relevamiento “por las dudas que empezaran a chupar gente”.
“Entre las 6 y 8 de la mañana seguíamos preguntando por compañeros para saber dónde estaban”, afirmó.
“Si el desalojo iba a ser pacífico, no deberían haber usado el equipamiento que utilizaron, sino que bastaba con algunos efectivos y elementos menos nocivos”, cuestionó.
“Empezaron a tirar gases, y después eran balas para todos lados, ni siquiera sabían a quién le daban”, criticó.
“Lo primero en que pensamos fue en poder sacar a los niños del predio, porque sabíamos que (Sergio) Berni venía con todo contra nosotros”, aseguró.
“Si me preguntan si estoy de acuerdo con una toma, en otra situación no se si lo hubiese hecho o me hubiera animado. Pero no tenía otra opción, y ahora estoy a la deriva esperando algún tipo de respuesta, al igual que un montón de familias que tampoco saben qué hacer”, declaró.
“Nos agarró la pandemia, un mal tiempo, la inflación y mi marido se quedó sin trabajo. Somos muchas familias en la misma situación”, planteó.
Foto: Agustina Salinas
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