Gran parte de la historia política de Florencio Varela se mantiene oculta, no solo la historia del pasado reciente, sino también del periodo inmediatamente posterior a su creación. De los años comprendidos entre 1891 y 1916 sólo se conocen algunos aspectos ligados a las costumbres del reciente creado partido de Florencio Varela, pero muy poco sabemos de quienes gobernaron la ciudad. Parecerían ser personajes intachables, pero hoy sabemos que fueron electos por medio del fraude y se enriquecieron usando el aparato estatal puesto al servicio del Orden Conservador.
Uno de estos personajes fue el Doctor Arturo Vatteone quien sostuvo polémicos negocios en la ciudad.
Arturo Vatteone nació el 12 de Julio de 1871 en San Nicolás y se recibió de Abogado en la Universidad de Buenos Aires, transformándose en un rico terrateniente de la Provincia de Buenos Aires.
Vatteone era un importante miembro del Partido Autonomista Nacional (PAN) liderado por Julio Argentino Roca, (uno de los responsables del genocidio indígena de 1880); y respondía al caudillo Conservador de la Provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte, quien fue electo gobernador en 1914 por medio del fraude, como era conun en esos tiempos.
El devenido en rico hacendado Arturo Vatteone vio con claridad el “negocio” de subdividir la tierra y que el estado provincial o municipal, ponga recursos económicos para que sus negocios prosperen.
En tierras de su Estancia “La Fortuna” en el Partido de Adolfo Alsina, creo la Villa Epecuen donde realizó un importante loteo privado, creo un Museo en Homenaje al genocidio indígena llamado “Campaña al desierto” y además creo el Fortín Centinela. Según los conservadores impulsó el progreso, pero se olvidan decir que el estado nacional y provincial pusieron los recursos para que Vatteone se enriqueciera. ¿Por que? Porque las vías férreas y caminos permitieron el progreso del loteo de Villa Epecuén e incluso una Estación de la zona lleva su nombre.
Arturo Vatteone era propietario de una importante extensión de tierra también en Florencio Varela e impulsó un polémico loteo a cargo de un Martillero Público llamado Fattori que vivía en la Ciudad de Buenos Aires.
En la propaganda de ese loteo se mentía de modo deliberado sobre la zona donde estaba ubicado, por ejemplo se decía que «lindaba con una importante fábrica de malta y varias industrias químicas”. La fábrica era La Maltería que estaba ubicada en Hudson Partido de Berazategui y las fábricas químicas no existían. Recordemos que en esos tiempos los gobiernos en todos los niveles eran fruto del fraude conservador y en Florencio Varela gobernaba Bartolomé Oliver.
Pero quizás lo más grave fue que Vatteone le solicitó a un político muy importante de entonces, para que Concejo Deliberante de Florencio Varela le diera la concesión de «una línea de Tranway a caballo» lo cual se votó por unanimidad en junio de 1911. En dicha concesión se estableció un recorrido que rodeaba el loteo de la futura Villa Vatteone por las actuales calles San Nicolás, 3 de febrero, Catamarca, Belgrano y volvía en línea recta por Belgrano hasta la Estación de trenes, y además debía pagar un cuarto del adoquinado de la calle Belgrano. Estaba claro que la línea de Tranway a caballos y el adoquinado era para beneficiar su propio loteo y enriquecerse.
Si bien se estableció un canon por el transporte y el pago de una parte del adoquinado el Doctor Vatteone nunca pagó y el Tranway solo funcionó doce cuadras en línea recta por Belgrano de un modo precario y una vez vendidos los lotes levantó su servicio.

Hasta ahora vimos como este personaje se enriqueció a costa de arreglos políticos con el estado municipal. Al poco tiempo el Dr. Vatteone, que no era ni nacido ni tenía domicilio en Florencio Varela, fue propuesto por el Partido Conservador como intendente y electo para gobernar la ciudad entre 1914 y 1916…y por supuesto no pagó sus deudas al estado municipal.
Para sumar otro dato llamativo, Arturo Vatteone también fue Intendente del Partido de Magdalena dónde contaba también con extensiones de tierras que también loteo en parte.
Los relatos de nuestra historia política local está en gran parte oculta o tergiversada y los diferentes personajes del orden conservador que gobernaron la ciudad se encargaron de convertir a quienes llegaron a los cargos por medio del fraude y que se enriquecieron de modo ilegal usando al estado municipal, en «honestos y progresistas vecinos».
Las dirigencias corruptas y los negociados con el estado no se dieron de modo uniforme en los 134 años de vida de la ciudad, hubo honorables ciudadanos que fueron parte de gobiernos municipales pero el Orden Conservador local de antes y de ahora, los desapareció de la historia.
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