En Florencio Varela la protección del medio ambiente, por parte del gobierno municipal, hace décadas es solo un maquillaje que utilizan porque vivimos épocas donde ese discurso ambientalista no puede estar ausente.
A la pésima recolección de los residuos domiciliarios y a la contaminación fabril que destruye el Arroyo Las Conchitas se suma que los atmosféricos arrojan los residuos de los pozos ciegos en cualquier lugar. Esto genera aún más y peor contaminación en sectores de Florencio Varela.
Pero, ¿qué dice el marco legal que regula el funcionamiento de los camiones atmosféricos? El 13 de septiembre de 1995 el gobernador Duhalde dictó un decreto para evitar el vuelco clandestino de los efluentes cloacales. Establece dicho decreto que “los municipios son quienes otorgarán las habilitaciones a las empresas de atmosféricos y fiscalizarán su buen funcionamiento”. Pero, además, exige que las empresas tengan la infraestructura para el tratamiento de esos residuos en caso de que el municipio no disponga de esa planta de tratamiento.En nuestra ciudad no existe una planta municipal, por lo tanto, cada empresa debe contar con una habilitada para tal fin.
A su vez, el municipio no fiscaliza ni la recolección ni el vuelco de los residuos como debería hacerlo (mediante un libro de viajes diarios donde debe constar “domicilio y datos personales de donde retiran los residuos y dónde los tratan y qué hacen posteriormente con ellos”). Nada de eso hacen y nadie lo controla.
Al igual que como las normativas que deberían regular a las metaleras que se multiplican de la mano del aumento de la pobreza (véase: https://agencialabarriada.org/por-que-en-varela-no-se-controlan-los-depositos-de-venta-de-metales), muchos atmosféricos funcionan al margen de la ley contaminando los arroyos y las napas de agua desde donde, al mismo tiempo, extraen agua lxs mismxs vecinxs que pagan por el servicio.
En Villa Brown Rural, sin ir más lejos, existe una pequeña Tosquera cuyos dueños autorizan el vuelco de residuos allí generando en verano olores nauseabundos y contaminación de napas de agua todo el año. Esto tampoco nadie lo regula ni sanciona. Por otra parte, se arrojan los desechos a un campo detrás del Paraje El Tropezón y van rotando en cual de los arroyos (Las Conchitas y Las Piedras) van arrojando los materiales a desechar. De esas formas operan sin importarles el daño al medio ambiente y a la salud de las familias de los barrios. Otra práctica (por suerte ya muy reducida) es el vuelco en las Quintas de Verdura para abonar la tierra, lo cual está terminantemente prohibido pero aún subsiste. ¿Quiénes creen que consumimos esas verduras así contaminadas?
La pregunta que el municipio debe responder es sí ¿estamos ante atmosféricos sin habilitar o las empresas están habilitados y los responsables de la fiscalización no lo hacen por inoperancia o corrupción?
Mientras Francisco “Chicho Basile” (personaje político de dudosa reputación, amigo de los poderosos y, sobre todo, del “Jefe” Julio César Pereyra; y cómplice de la última dictadura argentina) sigue llevándose millones de la pésima recolección de residuos que brinda, las metaleras compran metales sin control (que en muchos casos son fruto de robos/ hurtos) y varias fábricas contaminan el Arroyo Las Conchitas: el municipio de Florencio Varela mira para otro lado fingiendo total demencia.
Podemos sumar también el silencio municipal sobre la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento de Residuos Domiciliarios dónde el municipio lleva gastados millones de pesos pero la planta sigue sin existir.
Y en medio de diversos desastres ambientales, asistimos a ver como el área de medio ambiente del municipio realiza actividades como “concursos de dibujos con niños”. Consideramos importante, desde ya, la concientización de las nuevas generaciones pero sin políticas serias de control de los daños ambientales estamos ante una farsa más.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.