¿POR QUÉ SE ESTIMAN 30.000 DESAPARECIDES EN ARGENTINA?

En nuestro país vivimos épocas donde entre otras acciones políticas se impulsa el negacionismo, un intento de dañar por diferentes medios la lucha por memoria, verdad y justicia.

La vice presidenta Victoria Villarruel, una de las caras más importantes del partido militar que tiene por objetivo deslegitimar y dañar el proceso de construcción de memoria, usa como argumento el número final de personas desaparecidas o asesinadas determinadas en el Nunca Más, informe publicado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) en 1984, pero ¿se puede tomar ese dato como única fuente?

Es fundamental tomar en cuenta que las fuerzas de seguridad a partir de 1975 comenzaron un proceso represivo que incluyó de modo sistemático y clandestino torturas y desapariciones donde muchísimos cuerpos fueron enterrados sin identificación, tirados al mar o simplemente quemados, lo cual hace imposible determinar un número exacto.

También se suma que las dictaduras de América del Sur llevaron adelante el denominado Plan Cóndor para secuestrar, asesinar y desaparecer a militantes políticos de Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay, lo cual suma más víctimas.

La búsqueda de las supuestas listas construidas por la dictadura con los datos precisos nunca fue encontrada y se presume que fueron quemadas con la vuelta a la democracia en 1983 o aún permanecen en algún lugar desconocido.

Es llamativo que en este debate no se incluyan los datos aportados por el periodista del Diario La Nación Raúl Alcinada Mon quien está insospechado de pertenecer a algún grupo militante de los 70 y aporta datos reveladores.

Por otra parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos reveló documentación clasificada que muestra datos y fundamentos de vital importancia. 

En un informe enviado por un agente de inteligencia chileno a sus superiores en Santiago de Chile sostiene que “los altos mandos del Batallón de Inteligencia 601 de Argentina le confirmaron que apenas pasado el mundial eran 22.000 las personas asesinadas o desaparecidas” y este informe lo realiza bajo el nombre falso de Felipe Alemparte Díaz.

El agente Enrique Arancibia Clavel fue condenado en el año 2004 en Argentina por asesinar en 1978 en Buenos Aires al general chileno Carlos Prats y su esposa volando con explosivos su auto.

Otro dato relevante es que en 1978 en numerosas escuchas realizadas por militares norteamericanos a militares argentinos se habla de 20.000 personas asesinadas o desaparecidas, y el embajador norteamericano Hill a comienzos de 1978 habla de 15.000 personas.

Se llega a esta información por la Universidad de Georgetown que a través de su Archivo de Seguridad Nacional recopila documentos desclasificados del Departamento de Estado.

Diversos sectores donde abundan negacionistas y defensores de los militares condenados sostienen como único dato el número construido por la CONADEP en 1984 de 8753 personas registradas como asesinadas o desaparecidas.

Lo llamativo es que quienes niegan que hayan sido 30.000 no toman en cuenta la importante documentación del Departamento de Estado Norteamericano donde luego del mundial 1978 confirman 22.000 entre asesinades y desaparecides cuando todavía restaban cinco años de dictadura. Además de ignorar la clandestinidad de la represión y la obvia dificultad dentro del país de recopilar información precisa en 1984.

Los documentos demuestran que la cifra de detenides desaparecides está en 30.000 y deja claro el plan sistemático de las fuerzas armadas para cometer un genocidio en Argentina y los países limítrofes.

Es fundamental tomar los documentos desclasificados del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para dar un debate cierto y serio ante el avance de las ideas negacionistas.


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