La “Feria Internacional del Libro de Buenos Aires” es un evento de prestigio global que se realiza desde 1976 de manera ininterrumpida. Así, hace 48 años, se lleva adelante con el apoyo de los diferentes gobiernos nacionales, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Quienes han participado alguna vez saben que es un lugar donde la amplitud de ideas es central. Han pasado por el lugar (presentando sus libros) Mauricio Macri, Cristina Fernández de Kirchner o Javier Milei, para difundir sus miradas acerca del mundo y de la política.
Recorrer la Feria del Libro permite al lector escuchar y leer sin ningún límite ideológico y con una diversidad admirable.
En esta 48° edición la invitada especial es la Ciudad de Lisboa (capital de Portugal) quien fue representada por su Embajador en Argentina y el Intendente de esa ciudad.
Todos los años las editoriales del país (y del extranjero), además del gobierno nacional, gobiernos provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires; colocan sus stands y apoyan económicamente a la feria.
Este 2024, el presidente (que ya participó en dicha feria presentando libros) exigió que quería el Patio Central de la Sociedad Rural, espacio que nunca se alquila por su elevado valor económico. Milei tenía asignada la Sala Mayor de La Feria Internacional del Libro pero no aceptó y decidió quitar el apoyo económico a la Feria y no enviar a ningún funcionario a la inauguración porque no se le pudo propiciar aquel Patio Central.
Allí comenzó la guerra contra la prestigiosa y plural Feria quitándole el apoyo de $300 millones de pesos y el auspicio del Banco Nación que ya estaba acordado con anterioridad.
La negativa de la Fundación del Libro de no contratar el Patio Central de la Rural (nunca se hace, insistimos) significó que el gobierno nacional desfinancie el evento mostrando, una vez más, su autoritarismo, despotismo, resentimiento y su deplorable accionar cuando en algo se le dice que NO CON JUSTA RAZÓN.
En la misma línea, nos preguntamos: ¿en qué quedamos? ¿Hay plata, entonces, cuándo se trata de contratar el núcleo central de la Rural para una “caprichosa” presentación del primer mandatario pero no para otras cosas?
En concordancia, ¿cuál es la explicación de Milei para dañar la Feria del Libro? Los stands representan todas las ideas, están todas las voces (incluida la de él). Sin embargo, él elige mostrar que es un autoritario y un ególatra que no soporta exponer donde lo hicieron los presidentes o expresidentes del país sino que exige un lugar no alquilado y castiga la negativa justificada, desfinanciando.
Las agresiones de Milei, a través de mentiras y descalificaciones, a los espacios de pensamiento que no se someten a sus ¡órdenes absurdas! ni a ¡su lógica autoritaria! suman a la Feria Internacional de Libro a una larga lista que, también, incluye a las Universidades Públicas, al Instituto del Cine, al Instituto del Teatro y al Conicet.
¡Es una muestra más de un populista de derecha que habla de libertad e intenta destruir todo lo que no puede mantener sometido o dominado!. ¡Una muestra más y van…!
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