Beatriz Mechato Flores, de 75 años, había ido como cada día a Once a vender medias para ganarse el pan con dignidad cuando la policía porteña y los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control a cargo de Matías Lanusse, como lo hacen habitualmente, desplegaron un violento operativo de persecución y robo de mercadería en el que Beatriz fue atropellada por un automóvil.
Beatriz era una trabajadora de la economía popular, como 6 millones de personas en nuestro país, pobre y excluida, la venta ambulante era su forma de subsistencia a una edad donde su derecho sería una jubilación digna.
En un comunicado el MTE – Movimiento de Trabajadores Excluidos expreso: “El gobierno porteño ha encontrado en los vendedores ambulantes un enemigo a erradicar, porque con su pobreza y exclusión contaminan la “pureza y blancura” de la estética porteña. Larreta y Lanusse encabezan una política sistemática de estigmatización, persecución, violencia, represión y muerte”.
Omar Guaraz, Secretario General del Sindicato de Vendedores Ambulantes, sostuvo que “Beatriz representa a miles de excluidos que existen en la Argentina que en los últimos cuatro años ha generado miles de desposeídos”.
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