Estos días la ciudad se vio sacudida por una supuesta trama de corrupción en manos de empleados municipales. Esto fue denunciado por la Secretaria de Hacienda del Municipio, Gisella Primus, ante la Fiscalía N° 1 (a cargo del Doctor Darío Provisionato) que llevará adelante la investigación por los hechos supuestamente ocurridos.
Gisella Primus está unida, por una estrecha relación, al contador Daniel González (ex Secretario de Hacienda municipal, tesorero de la Fundación FINDEL que preside Julio Pereyra y habitual cajero de las campañas políticas del PJ Local).
A la par, la funcionaria anunció que el monto de la posible malversación de fondos ascendería a los $23.000.000. Ante esto se inició, también, un sumario interno por el cual fueron suspendidos 10 empleados municipales.
El faltante de dinero se produce, en su mayoría, en las cajas de cobro de la Subsecretaría de Seguridad Vial y Movilidad Urbana por cobro de licencias y fotomultas mientras que, en menor medida, hay déficit en otras cajas de cobranzas.
Ahora bien, en cuanto a la forma en que se realizó la denuncia pública que (según sostiene el Diario Varelense) “no fue una conferencia de prensa sino una gacetilla de prensa”; quedó demostrado que no quieren someterse a preguntas incómodas ante un tema tan sensible.
Vale destacar que la separación del personal municipal género mucho ruido entre todxs lxs trabajadores del municipio porque sostienen: “se hacen los honestos ahora y hace años le pagan montañas de dinero a Francisco ‘Chicho’ Basile por una pésima recolección de residuos”.
Con respecto a esto, claro que es muy valioso que luego de décadas donde diferentes funcionarios oficialistas (tanto del Poder Ejecutivo, del Concejo Deliberante y del Consejo Escolar) se vieron involucrados en hechos de corrupción; ¡ahora, por fin, denunciar las irregularidades sea una preocupación! El problema es que la misma Secretaria de Hacienda Gisella Primus es la que paga religiosamente y desde hace mucho tiempo (con una llamativa puntualidad, además) a las empresas Servicios y Gestión S.A y Ture S.A (ambas de “Chicho” Basile) y, asimismo, es la que entrega pagos a la “Cooperativa 31 de Mayo” que gestiona el millonario y oscuro negocio de la recolección de residuos en Varela. Esa fachada de Cooperativa que la contadora Primus sabe que esconde un acaudalado negocio de “Chicho” Basile es la muestra más transparente de que, en realidad, no los ocupa ni preocupa en lo más mínimo la corruptela gubernamental sino que lxs “ofusca” que haya un desfalco del que ellxs no tienen conocimiento ni participación. De otra forma, ¿cómo explicamos todo éste accionar en cuánto a este tema pero el hecho de “fingir demencia” sobre Basile?
La recolección de residuos donde el municipio paga por calles donde no se junta la basura (y no son pocas) sí es una verdadera estafa y acto de corrupción, malversación y desfalco (todos los adjetivos le caben) y, desde ya, muchísimo mayor a la que hoy acusa el gobierno municipal. En este caso lo anuncian abiertamente pero con lo de “Chicho” Basile el silencio es atroz cuando ningún funcionario, ni empleado municipal, desconoce que sus negociados no se tocan a pesar de que, incluso, hoy sea intendente Andrés Watson.
Muchxs, en privado, admiten que el desfalco existe pero, al mismo tiempo, se preguntan ¿por qué hay empleados municipales trabajando en la Fundación FINDEL?, ¿por qué se compró mobiliario y tecnología que está en las costosas oficinas de dicha fundación?, ¿por qué se paga a la “Cooperativa 31 de Mayo” y no se la sanciona cuándo en muchísimas calles no se recolecta la basura?
Esas respuestas seguramente las tendría que dar Gisella Primus, ¿será por eso que no da conferencia de prensa a los medios?, ¿por qué controla algunas cosas y otras no?
Estos días un viejo militante del PJ (que fue parte junto al condenado Daniel Zisuela) sostenía: “pregunten a Pereyra y Daniel González que significaba entregar a algunos concejales claveles y pares de botines cuando se votaban los pliegos de transporte público y las autorizaciones a mercados chinos en el Concejo Deliberante”. ¿Serán miles de pares de botines y claveles o eran los nombres que ponían para no hablar de dinero a cambio de votar?
¡La corrupción hay que combatirla pero no solo la de empleados mal pagos para que, mientras tanto, un puñado de jerarcas del pereyrismo pasen de vidas económicas humildes a vidas de millonarios y nadie lo investigue ni combata nunca!
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