La zona rural de Florencio Varela hace muchas décadas vive una creciente degradación fruto de la falta de planificación y controles por parte de los gobiernos municipales
Una histórica actividad extractiva de Varela, fue representada por “los hornos de ladrillos» que, a pesar de ser conocidos por los gobiernos municipales; nunca fueron controlados y la muestra más clara de ello son: los cientos de hectáreas de tierra negra devastada y la conformación de zonas inundables como los efectos nocivos más notorios de esta actividad y de dicha falta de control municipal. Esto sucedió, sobre todo, en los límites entre Florencio Varela y Almirante Brown.
Pero, también, en diferentes zonas rurales de nuestra ciudad abundaron las «TOSQUERAS”, por supuesto ilegales, que provocaron un enorme daño ambiental. Un claro ejemplo es la denominada “Tosquera de Scarpato”, en Villa Hudson acerca de la cual esta Agencia elaboró una minuciosa investigación.
Y ante esto, la pregunta siempre es la misma: ¿los intendentes y sus funcionarios no ven que en las áreas rurales (donde las producciones son diversas) se destruye el medio ambiente?
Ahora bien, hoy, entre las parcelas rurales devastadas, por la extracción; están todas las ubicadas entre Avenida de los Inmigrantes, Avenida Cacheuta, Calle 1379 y Calle 1371. Y algunos de los responsables son Antonio Scarpato y Santiago Quagliata y, tampoco, ¿nadie nunca los vio?
Así pues, en esas tierras arrasadas por la extracción de tierra negra y transformadas en bañados con la complicidad de los gobiernos municipales, en el año 2015 un grupo de mujeres se organizaron y pusieron en marcha la “Asociación de Mujeres Apícolas”, que son parte de la “Asociación de Emprendedores y Apicultores Varelenses” ( ASEAPIVA) y de la “Mesa Apícola Periurbana” , que también cuentan con el apoyo actual de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ)
Estas mujeres luchadoras se dedican a la producción de miel, dan dictado de cursos para sumar nuevas mujeres apicultoras y defienden el medio ambiente, ese enorme trabajo transformó una pequeña laguna (fruto de la corrupta extracción de tosca) en un espacio lleno de vida y libre de contaminación que es vital para el desarrollo de la actividad apícola.
Este proyecto que, sin dudas, debería ser apoyado por el gobierno municipal, hace bastante tiempo es puesto en riesgo por acciones ilegales que nadie controla y ponen en riesgo el proyecto apícola y a las mujeres en cuestión.
Tal es así que, desde hace más de un año, en una parcela rural cercana que sufrió la extracción de tierra negra y tosca y cuyo titular es el polémico empresario Santiago Quagliata; se comenzó a rellenar con todo tipo de basura lo cual genera la contaminación del suelo, los cursos de agua y el aire. Lo que se dice un verdadero desastre ambiental y ecológico. Y, encima, una vez que la parcela fue rellenada con basura y se le arrojó tierra encima comenzó a ser dividida en 4 lotes y puesta en venta en las redes sociales, de modo ilegal.

Para entender mejor el tema, sumado a todo este gran desastre natural, debemos agregar que sabemos que cuando se realizó el asfalto de hormigón en Avenida de Los Inmigrantes para evitar que ésta se siga inundando(trabajo a cargo de las maquinarias de la Empresa Servicios y Gestión S.A, propiedad del secuestrador en dictadura amigo de Julio Pereyra, Francisco “Chicho” Basile) se generó un “bruto” canal de agua (sin autorización ni análisis de afectación del medio) que cruza por el medio del basural contaminante pero que, de igual manera, atraviesa el predio de las Mujeres Apícolas y, por ende, la contaminación (a causa de esto) de aquella laguna que mencionamos; es otro daño severo porque la misma es un espejo de agua vital para el consumo de agua de todas las abejas.
Las Mujeres Apícolas no están dispuestas a qué la falta de controles del gobierno municipal destruya el proyecto apícola que, a su vez, es un lugar donde el medio ambiente es protegido frente a las acciones de quienes intentan destruirlo.
Por lo tanto, ya han reforzado su lucha y pusieron en conocimiento al “Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia de Buenos Aires” y realizaron la denuncia penal correspondiente que recayó en manos del polémico Fiscal “Hernán Bustos Rivas” que hasta ahora (¡¿como suele suceder?!) no tomó ninguna medida, aunque los días pasan, la tierra y agua se siguen deteriorando, las abejas muriendo y los loteos vendiéndose ilegalmente.
El SENASA, sin ir más lejos y marcando una tajante diferencia con Bustos Rivas y la Justicia Local, ante el alerta de muerte de abejas, se hizo presente y tomo muestras del agua de la laguna y de las colmenas donde sucede la mortandad.
Por su parte, frente a las denuncias del loteo ilegal el municipio también se hizo presente allí e inició una causa contravencional por modificación de los estados parcelarios en contra la Pastora Evangélica “Mirta Berg” que publicita la venta (en redes sociales) de dicha parcela rural rellenada con basura.
Hasta el momento, la “Subsecretaría de Medio Ambiente del Municipio” no acudió a observar el basural donde, al mismo tiempo y para colmo, se arrojaron restos de chapas de fibrocemento que contienen asbesto, un elemento sumamente peligroso, prohibido hace años en la Argentina.
Los basurales, los loteos ilegales, la extracción irresponsable e ilícita de tosca y tierra negra y el uso de pesticidas sin control no pueden seguir destruyendo las zonas rurales de nuestra querida Florencio Varela. Mucho menos afectar a nuestrxs productorxs locales.
La mortandad de las abejas en el predio de Mujeres Apícolas es una muestra más del avance de los negocios ilegales que destruyen el medio ambiente y que ya llevan décadas de impunidad e injusticia.
¿Hasta cuándo?
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