LUIS GENOUD ABANDONA LA SUPREMA CORTE, “EL OCASO DE UN TRAIDOR”

El 31 de marzo de este año deja su cargo, en el Máximo Tribunal de Justicia de la provincia de Buenos Aires, el “arquitecto de la impunidad para los poderosos locales” LUIS ESTEBAN GENOUD.

Estos días se confirmó una noticia que genera una profunda preocupación en el entramado de poder que (desde 1992) ha sumido a nuestra ciudad en una decadencia mafiosa insoportable y asfixiante: a fines de marzo Genoud abandona su cargo como presidente de la  “Suprema Corte de Justicia” de la Provincia de Buenos Aires. Y provoca eso porque en dichas tramas habitan los más íntimos cómplices del “presidente”.

Todos ellos le rendían pleitesía aún cuando, en las últimas décadas, y según lo definió en alguna tarde de verano un jefe policial, Genoud “fue el jefe más temido”, con solo escuchar la voz en el teléfono (o sentir su presencia en las oficinas de la justicia) la mayoría de los funcionarios judiciales o policiales sentían un temor reverencial.

Luis, cuentan varelenses que compartieron sus etapas juveniles, siempre fue “un tipo frío, calculador y preocupado de acumular dinero”, por lo tanto, su primer apodo fue “el judío”, sobre todo, por su lentitud para pagar lo que había consumido.

Ese joven de clase media, a fines de los años 60, ingresó a la Policía Bonaerense donde su principal referente fue el Comisario Mario “El chorizo” Rodríguez (un siniestro y poderoso personaje de la maldita policía). Luego, los caminos lo llevaron a dejar la  bonaerense y, al recibirse de abogado, recaló en la “Juventud Peronista local” (cercana a la “Tendencia Peronista”). Y antes del golpe genocida de 1976, abandonó la “Tendencia Peronista” para sumarse a la “Juventud Peronista de la República Argentina” vinculada a López Rega. Como podemos ver, ya a temprana edad sus ideales estaban atados a la búsqueda de poder más que a los principios éticos.

Así, el golpe militar y la desaparición de muchos de sus amigos y compañeros de la “Tendencia Peronista” le terminaron sumando un nuevo apodo: “la traición”.

Más adelante, la vuelta a la democracia lo encontró disputando la interna justicialista en 1983, se sentía el futuro intendente pero perdió y se consumó una de sus grandes frustraciones. Entonces, fue alternando entre la función pública municipal y su conocido estudio de abogados donde, como fue vox populi durante mucho tiempo, “sus miembros eran los mejores para arreglar con la cana”. Más aún con este accionar, no tardó demasiado en convertirse en “el jefe de las familias más conservadoras de la ciudad”. Su desprecio por los humildes se manifestaba en el uso habitual de la frase “estos negros de mierda”. Lo que él nunca esperó fue que uno de esos que él consideraba “negros” llegó a intendente en 1992: nada más ni nada menos que Julio César Pereyra.

Ahora bien, a pesar de todo esto, la llegada de Pereyra a la intendencia fue para Luis Genoud la posibilidad de poner en juego su inteligencia acompañada de su perversa frialdad, estaba “dispuesto a ser un poderoso con todas las letras” y eso incluía “asociarse” y “utilizar” a ese “negro” que ahora era el ejecutivo municipal.

En consecuencia, cada año “el judío” iba acumulando poder y cada vez más personas empezaban a entender que ejercía ese poderío sin compasión, tal es así que un viejo empleado municipal sostenía lo siguiente: “sí a Luis le conviene se come a la madre en un sándwich”. Se había convertido en uno de los dirigentes más poderosos de la Provincia de Buenos Aires haciendo un trío, a su vez, con Graciela Giannettasio y el mismísimo Julio Pereyra. Por todo esto, cuando desembarcó en el Ministerio de Seguridad de la provincia, todo iba viento en popa y nada podía salir mal.

Sin embargo, “La masacre de Puente Pueyrredón” (dónde son asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki) pareció el fin de su carrera pero, nuevamente, salió indemne por sus “maniobras turbias” y porque fueron sus “amigos” varelenses de la bonaerense quiénes pagaron por todo y resultaron siendo el “pato de la boda”: Alfredo Fanchiotti fue condenado por homicidio y Mario “El Verdugo” Mijín se mató antes de que la investigación de la Masacre, sumada a su participación en las torturas de la Comisaría 5ta. de La Plata, lo llevarán a prisión. Pero, ¿por qué es importante que señalemos esto?, porque ambos habían sido designados, por supuesto; por Genoud. El mismo que, en este caso, fue protegido por el PJ de la Pcia. de Bs. As. que, además, le brindó un lugar aún más importante y que implicaba aumentar todavía más su poder político: lo nombró miembro de la Suprema Corte de Justicia. Vaya que desde allí sí, ¡ya era todopoderoso!, desde ese momento ¡sí podría ejercer el poder en beneficio sumamente personal!

Luis Genoud ha sido sin dudas el gran responsable de parte de la decadencia de esta ciudad, ejerció de manera brutal, repartió favores con el empleo público, se hizo millonario sin que eso tenga explicación alguna y sometió con una lógica feudal a gran parte de los funcionarios judiciales y policiales.

Un capítulo extra incluye los muchísimos trascendidos sobre el modo en que trató a las mujeres en su larga carrera política/ judicial. Ojalá, ante el ocaso inminente, todas ellas se animen a hablar.

La biología y el paso de los años son implacables con él. Una cruel enfermedad que lo aqueja, también. Cuando deje el cargo sentirá la soledad de quienes no gozan del respeto y afecto de su pueblo. Y sufrirá pero porque ya no va a tener capacidad de hacer daño. Solo un ser tan siniestro y oscuro (como él) goza con el sufrimiento ajeno, los engaños, las traiciones y todo lo sucio que conllevan las malas prácticas sociales, políticas y judiciales que marcaron a fuego su vida y su trayectoria como funcionario.

¡E, incluso, quién es capaz de traicionar a sus propios amigos no es digno de perdón alguno! ¡Ese es Genoud!

Y ante esto, tal vez el personaje frío, que todo lo calculó siempre, el ambicioso Luis; quizá se sienta asaltado por los viejos compañeros del pasado que, desde algún lugar, le pregunten ¡porqué los traicionó de la manera infame en que lo hizo!

Se va de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, se va Luisito, se va “el judío”, se retira “la traición”; y por suerte nuestro partido tiene la chance de salir de la impunidad a partir de que él esté bien lejos.


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