En Florencio Varela, como en muchos lugares del país, se observan largas colas de vecinxs que esperan a que les sea escaneado el iris del ojo sin saber para qué. ¿Cuál es el trasfondo?, ¿qué información se pretende obtener y quiénes están detrás de esto?.
El iris del ojo de una persona tiene 256 puntos irrepetibles. Ninguna otra persona cuenta con puntos idénticos. Por lo tanto, su lectura representa una información vital, personal y privada mucho más importante que la arrojada por las huellas digitales que solo cuentan con 40 puntos.
Entonces, ¿quiénes y por qué pagan por escanear el iris de cada persona?.
En el año 2019, Samuel Harris Altman (más conocido como Sam Altman) creó una empresa llamada Tools for Humanity con sedes en San Francisco (Estados Unidos) y en Berlín (Alemania) con el fin de crear una criptomoneda (tipo de “moneda” digital) segura. Según la empresa, para garantizar que en las transacciones ante la pregunta «si eres un robot» no se pudiera mentir, comenzaron a escanear el iris del ojo de millones de personas en el mundo la cual, como ya señalamos, es una información física única e irrepetible.
Por su parte, en nuestro país se conformó la empresa Worldcoin quien es dueña del chat GPT (un tipo de aplicación de diálogo basada en la inteligencia artificial) desde donde se construye la campaña pública para que miles de ciudadanxs acepten ceder la información de su iris sin considerar que es de vital importancia para preservar su privacidad.
Y, sin dudas, la enorme crisis económica es el motor para que miles y miles de adultxs (sin entender de qué se trata) acepten entregar sus datos biométricos a estas corporaciones.
Ahora bien, el escaneo se realiza por medio de una bola esférica plateada llamada ORBS que analiza el iris de cada sujeto para que, a cambio, se le entreguen 4 criptomonedas Bitcoin, equivalente a unos $32.000.
Hasta aquí parecería ser un “trato” justo o una “ganancia fácil”, sin embargo: ¿por qué una empresa internacional te tomaría los datos biométricos del iris y te pagaría por casi nada?. Muchas personas se sienten afortunadas de conseguir dinero tan fácilmente o a cambio de nada, pero ¿es realmente así como funciona este sistema?.
La compañía Worldcoin niega que este almacenando los datos biométricos del iris de todxs lxs que se someten a esta actividad. Empero, sumamos otra inquietud: ¿para qué gastar millones sin rédito económico alguno?.
Ante esto, no es menor que la Agencia de Acceso a la Información Pública (que es la autoridad de aplicación de la Ley 23.326) de Protección de Datos Personales haya iniciado una investigación para determinar que se hace con los datos escaneados de las personas. Esta es una pesquisa necesaria pues no sería extraño que estas empresas pudieran construir una enorme base de datos biométricos oculares para sumarlo a la gran cantidad de datos varios con los que ya cuentan a través de otras aplicaciones y demás herramientas digitales. Sin ir más lejos, podrían vender esa información a otras entidades o Estados para controlarnos a todxs. Cuánto más fácil aún se torna sí es a través de una sencilla observación indolora a nuestro iris, ¿no?. El “negocio” pareciera “redondo”.
Lo que parece un poco de ciencia ficción ya es parte de las estrategias de control desmedido e invasivo a la población para identificar el activismo político o generar procesos de exclusión y/ o discriminación de personas o poblaciones enteras.
Estamos ante una violación de los datos personales muy notoria, de más de 500.000 individuos que accedieron a entregar “voluntariamente” información relevante, en gran parte, empujados por la gran crisis y su consecuente necesidad económica.
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