En medio de la crisis sanitaria y económica producto del COVID-19, son varias las empresas que buscan sacar ventaja para delinear y concretar sus programas de reducción de costos laborales. Una de ellas es Publiexpress, editora de la Revista Pronto y propietaria de la imprenta productora de las boletas electorales, que el pasado lunes anunció su cierre.
Aunque, tomando en cuenta el Decreto de Necesidad y Urgencia que prohíbe los despidos por 60 días, el Ministerio de Trabajo ayer dictó la conciliación obligatoria y ordenó que los mismos quedaran sin efecto, el dueño de Pronto decidió no acatar la resolución ministerial.
Frente a esta situación y más allá de la intervención del gobierno, es imposible dejar de lado la intencionalidad de la empresa que en pleno aislamiento social obligatorio pretende dejar a sus trabajadores sin empleo y por ende sin cobertura social.
En entrevista con FM La Barriada el periodista y delegado de la Revista Pronto, Matías Ayrala contó que el lunes el dueño de Publiexpress, Eduardo Lerner, comunicó el cierre de la empresa argumentando que a raíz de la pandemia del Coronavirus la gente no saldría a comprar revistas. De esta forma, 45 familias quedarían en la calle “sólo porque Lerner piensa que en un futuro la revista puede no llegar a vender”, señaló.
Además, Ayrala explicó que la herramienta utilizada para fundamentar el cierre fue por “causa de fuerza mayor”, es decir, en virtud de la pandemia, pero que “12 días de aislamiento no pueden fundir a una empresa que tiene 24 años y ganancias exorbitantes”, teniendo en cuenta que la Revista Pronto es la más vendida en el país con 35 mil ejemplares semanales.
Asimismo, aclaró que el único número que no salió a la calle fue el último debido a que la Federación de Gráficos ante el aislamiento obligatorio recomendó que sus empleados no fueran a trabajar para cuidar su salud, pero igualmente el ejemplar de la revista estuvo disponible gratis para los lectores.
Según contó Ayrala, el lunes luego de que les trabajadores finalizaran el nuevo número que habían hecho desde sus casas, recibieron el llamado del dueño quien junto a su socio comunicó el cierre de la empresa, lo que representó “un golpe no sólo a lo laboral, sino también a la salud”, ya que quedarían en medio de la pandemia sin trabajo y sin obra social.
Por otra parte, resaltó que además de la Revista Pronto la empresa también anunció el cierre de su imprenta, con lo cual otras 75 familias quedarían en la calle.
“No tenemos duda de que ésto lo hicieron para en un futuro reabrir la revista con sueldos de miseria, personal tercerizado y mucha menos gente”, aseguró Ayrala y resaltó que bajo el recurso de “causa de fuerza mayor” lo que pretendían era pagar indemnizaciones a la baja.
Para escuchar la entrevista completa, hacé click aquí.
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