esde el inicio de la campaña de la Libertad Avanza (LLA) se ha escuchado repetir hasta el cansancio lo novedoso de sus ideas y su plataforma. Sin embargo, es muy sencillo rastrear en nuestra historia modelos que décadas anteriores ya plantearon las mismas propuestas y políticas.
Una de las ideas que el actual presidente ha difundido enfática y violentamente es la del “fantasma del comunismo”. Por ejemplo, lo hemos visto vociferar a los gritos en entrevistas contra “los zurdos de mierda” e increpar en el debate presidencial a la candidata del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Myriam Bregman, sobre las fallas y peligros del comunismo, incluso cuando la mencionada candidata no es comunista sino socialista, tal como se lo señaló en su respuesta.
Ese “fantasma” ya fue agitado y alimentado en la etapa mas siniestra de nuestro país: la dictadura cívico eclesiástico empresarial militar, periodo en el que casualmente se instalaron políticas económicas de hambre para el pueblo como las que se pretenden implementar actualmente. Y no puede ser de otra manera, la única forma que el pueblo puede acatar aquello que lo hambrea y empobrece es mediante la violencia y el miedo.
También sabemos que hay múltiples manifestaciones de LLA que la vinculan a la mirada del gobierno militar como la negación de las 30.000 personas detenidas desaparecidas o referirse al genocidio cometido como una “guerra”.
Centrémonos en ese “fantasma del comunismo” que constituía el enemigo interno al que tanto la dictadura del ’76 como el actual gobierno pretende vencer, y hasta podemos remontarnos a 1902 y la Ley de Residencia que posibilitaba expulsar del país a los y las inmigrantes que participaran del movimiento obrero que luchaba por condiciones dignas de trabajo.
Para comenzar podemos identificar que lo que llaman de manera genérica como “comunismo” en realidad abarca al socialismo, al anarquismo y cualquier línea de pensamiento que represente los intereses del pueblo trabajador y los sectores mas vulnerados con una mirada crítica del sistema capitalista que los explota, punto en el que empresarios y empleadores se ven afectados al tener que reconocer y respetar los derechos básicos de la población.
En Florencio Varela hay mas de 100 personas detenidas desaparecidas que fueron señaladas como “subversivas” y por lo tanto parte de ese enemigo interno que se debía combatir. Veamos algunos datos extraídos de los archivos de distintos organismos, de los Juicios a la Junta Militar, los Juicios por la Verdad, las mega causas de los centros clandestinos de detención y el testimonio de familiares y ex detenides desaparecides que nos permiten ver en qué consistía ese supuesto “peligro” que representaban:
- Se tiene registro de pertenencia a partidos u organizaciones políticas de tan solo 21 de esas 100 personas: Partido Justicialista (PJ), Juventud Peronista (JP), Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), Partido Comunista (PC), Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Por lo que restan casi 80 personas que sin tener actividad “subversiva” fueron secuestradas, torturadas y algunas asesinadas.
- Al menos 3 personas no pertenecían a espacios políticos partidarios, tenían actividad sindical como delegados y delegadas de sus lugares de trabajo.
- La mayoría eran obreros y obreras fabriles, trabajadores y trabajadoras de la salud y docentes.
- La franja etaria más afectada va de los 18 a los 30 años
- Todos los secuestros fueron llevados a cabo en los domicilios de las personas o en la vía pública, generalmente con el despliegue de enormes operativos que incluían varios móviles y personas armadas actuando uniformadas o de civil. Ningún secuestro se realizó en enfrentamientos o durante la ejecución de delitos por parte de los y las secuestradas
- En la mayoría de los operativos en los que se secuestró a las personas y durante su cautiverio, las fuerzas intervinientes cometieron delitos como robo de bienes, robo de propiedades, destrucción de las propiedades, torturas, violaciones, asesinatos y hasta robo de bebés
- Las personas secuestradas no tenían antecedentes penales que indiquen la participación en acciones ilícitas o delictivas
- Las personas detenidas no fueron sometidas a ningún proceso de juicio que permita comprobar los delitos de los que fueron acusadas. Fueron secuestras, llevadas a lugares clandestinos de detención sin registro oficial de esos ingresos y sin informar a las familias. Se las torturó y posteriormente algunas fueron liberadas, otras asesinadas y la gran mayoría permanece desaparecida.
- Las actividades concretas en las que desarrollaron su militancia eran, por ejemplo, asambleas barriales o sindicales para el mejoramiento de las condiciones de vida, la organización de merenderos comunitarios y apoyos escolares, la organización comunitaria para la realización de asfaltos en las barriadas o la instalación de tendido eléctrico, la asistencia médica de los sectores más vulnerados, participación en centros de estudiantes, y el desarrollo de acciones para la defensa de los derechos básicos (vivienda, salud, educación, alimentación)
De estos datos podemos concluir que el “peligro” que representaban no era hacia la sociedad tal como afirmaba el gobierno sino hacia los intereses de los sectores de poder que necesitaban un pueblo temeroso y pasivo que no se opusiera al avasallamiento de sus derechos.
El gobierno militar y sus aliados civiles construyeron ese “enemigo interno” para obtener el apoyo de la población mediante el temor a ese supuesto peligro y así romper los lazos sociales y los procesos de organización que se estaban desarrollando, dejando como resultado altos índices de pobreza, aumento exorbitante de la deuda externa, descomposición de la trama social, 30.000 personas detenidas desaparecidas, 500 niños y niñas apropiadas. Claro que para la minoría que concentraba el poder económico que impulsó y sostuvo el golpe de estado el resultado fue aumento de sus ganancias, consolidación y crecimiento de sus negocios y empresas y refuerzo de las tramas de impunidad de nuestro país.
Cuando escuchemos que nos repiten aquello que ya nos dijeron décadas atrás es esencial hacer estos ejercicios de memoria, revisar los intereses que hubo detrás de esas proclamas, quiénes estuvieron promoviéndolas y sobre todo las consecuencias de haberles dado lugar ¿Sos parte de los trabajadores, trabajadoras y desocupades, o sos parte de los grupos empresariales y el poder político? ¿Cuál va a ser tu situación al final de la historia?
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