“La incertidumbre es lo peor”

Desde su surgimiento en 1984 por la iniciativa de organismos defensores de Derechos Humanos frente a la necesidad de la búsqueda de personas desaparecidas por la última dictadura cívico militar, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se convirtió en un actor clave en la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, participando además recientemente en el caso de Facundo Astudillo Castro e incluso a nivel internacional en la investigación del asesinato de estudiantes de Ayotzinapa en México.

 “No empezamos de cero, sino que nos insertamos en un medio donde ya había mucho trabajo y una cantidad importante de información recolectada y aportada por organismos de Derechos Humanos a la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP)” expresó, en entrevista con FM La Barriada, el investigador y miembro del EAAF Carlos “Maco” Somigliana.

 “Tratamos de organizar esa información y dar una respuesta específica y concreta para cada caso. Ese fue el hilo conductor que desarrolló el trabajo del Equipo”, señaló, refiriendo que el objetivo no sólo es resolver que pasó con cada una de las personas desaparecidas, sino también  demostrarlo de manera científica.

“Todos los casos de identificación son trascendentales. Es como recibir una carta que se entrega al familiar, con la felicidad que ello implica, porque aunque sea una noticia terrible, la incertidumbre es peor aún”, manifestó.

Además, advirtió que los NN existen en todas las sociedades y que suelen ser personas fallecidas en situación de calle pero ante los casos de jóvenes, mujeres,  y muertes por causa violenta o en episodios colectivos existe “una vinculación en la que deben establecerse mecanismos para definir la relación de identidad, si esa persona que estaba enterrada en un cementerio determinado y si era tal o cual persona”.

“Con la aparición de la comparación genética, el trabajo de recolección -que hasta ese momento había logrado la identificación de pocas personas- permitió tomar una muestra de ADN de familiares de personas desaparecidas y la comparación de esa muestra genética con la extraída de los cuerpos permitió establecer una identificación positiva”, celebró.

En este sentido, Somigliana explicó que, debido a los problemas que enfrentan, el Equipo trabaja a partir de “una naturaleza interdisciplinaria”, de manera que distintas ciencias ayudan a resolverlos y establecer la totalidad o gran parte de la cadena, aportando características que pueden ser útiles.

Por otra parte, indicó que hay más de 500 personas en resguardo “hasta que las familias se presenten y se realicen el análisis correspondiente”, a partir de cuando se hará lo que la familia disponga.

 “Hay un listado de personas desaparecidas. Lo más importante es que si alguien tiene una vinculación familiar cercana o no con una persona desaparecida, se ponga en contacto para poder tomar una muestra de ADN, porque nunca se sabe cuán representativa puede ser para establecer una identidad”, destacó.

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Foto Télam