En tiempos donde el Gobierno Nacional intenta negar el GENOCIDIO cometido por la ÚLTIMA DICTADURA ARGENTINA perpetrada entre 1976 y 1983, y otros pretenden olvidar ejemplos de lo sucedido (como el caso resonante de la familia Altamiranda- Taranto); solo queda en evidencia que es toda una muestra de cómo niegan la enorme crueldad que sufrieron muchas familias de Argentina y, en esta ocasión particular, de Florencio Varela
Horacio Alramiranda tenía 22 años y trabajaba en la Fábrica Galaxia ubicada en el “Barrio La Rotonda de Florencio Varela”. Él militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)
Rosa Luján Taranto tenía 20 años y trabajaba en la Fábrica Alpargatas de Florencio Varela. Ella también militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Además, estudiaba abogacía.
Horacio y Rosa eran pareja y tenían dos niños (Cristian Adrián de 3 años y Natalia Vanesa de 2 años). A su vez, el 13 de mayo de 1977, Rosa estaba embarazada de 7 meses cuando ambos fueron secuestrados en su casa de Florencio Varela, en el Barrio “Villa Mónica”
Fueron llevados ambos al Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”. Luego, ella fue trasladada al Hospital Militar de Campo de Mayo donde dio a luz una niña a la que llamó María Luján.
Pasaron 48 años de los secuestros de Rosa y Horacio y sus restos aún no aparecieron.
La niña que nació en cautiverio en el Hospital de Campo de Mayo fue entregada al “Movimiento Familiar Cristiano” y ellos la dejaron en un Juzgado donde fue adoptada de modo legal por una familia.
Esa niña vivió rodeada del amor de un padre y una madre adoptivos que nunca le ocultaron que ella era adoptada y que, cuando empezó la búsqueda de su identidad, la acompañaron. En ese caso, su papá del corazón ya había fallecido así que quién más la contuvo y ayudó fue su madre adoptiva.
Así, en el 2007, las ‘Abuelas de Plaza de Mayo” confirmaron a esa joven que fue en búsqueda de su identidad, Belén, que era hija de Rosa y Horacio y, por tanto, el reencuentro con su familia biológica se dio en el despacho de la Jueza Federal Servini de Cubría.
Hoy Belén está comprometida en la histórica lucha de las “Abuelas de Plaza de Mayo” y es la Presidenta de la Filial de Córdoba.
Pero tanto es el daño de esa horrenda época que el destino de Cristian Adrián (que solo tenía 3 años cuando sus mapadres fueron secuestrados y desaparecidos) muestra a las claras como las heridas de la dictadura continuaron dañando en democracia; él murió quemado dentro de una comisaría.
De esta forma, lo sucedido con esta famila muestra como la última dictadura cívico militar eclesiástica empresarial llevó adelante un genocidio que secuestro, torturó, desapareció personas, se apropió de niñas y niños y ocultó la identidad de estos destruyendo cientos y cientos de familias durante ese cruel período y mucho después.
Quiénes dicen que pasaron 49 años del Golpe Militar del 24 de marzo de 1976 y que por ello es necesario olvidar, deberían preguntarse ¿qué harían ellos sí les sucediera lo mismo?
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