La “Cocina de los Cuidados” se puso en funcionamiento en marzo de este año, como un espacio intersectorial y transversal de seguimiento y producción de información sobre las medidas del gobierno nacional en el campo de los cuidados. Está integrada por representantes de organizaciones sociales y de derechos humanos, sindicatos, iglesias, la academia, funcionarias y legisladoras de distintas fuerzas políticas.
Cada tres meses, “la cocina” elabora una base de información dinámica y colaborativa que registra y sistematiza el impacto de los cambios en las principales políticas públicas que se habían logrado para avanzar hacia una organización social de los cuidados más justa e igualitaria.
Esta mesa intersectorial elaboró dos informes, el primero fue en abril y el segundo en junio último, al cumplirse seis meses del inicio del gobierno de Javier Milei. En éste segundo informe se expone: “Desde la presentación de nuestro primer informe, en abril, muchas de las políticas de recorte se profundizaron y otras más ya fueron anunciadas. La subejecución y el vaciamiento de los programas implican el retiro del Estado para quiénes más lo necesitan; impacta en el nivel de vida. En este nuevo informe describimos el avance del recorte en políticas de cuidado y sus consecuencias en las distintas poblaciones del cuidado”.
Asimismo, en la publicación hay un apartado para relatar el contexto macroeconómico: “La inflación acumulada en lo que va de 2024 es del 72 % (mayo). Si se considera diciembre como inicio de la gestión de Milei, hablamos de un 125 %. El salario registrado privado cayó 15 % en términos reales en el mismo período. Los gastos totales del Estado nacional acumulados a mayo cayeron 27 % en relación al año anterior. Todos los componentes de los gastos exhibieron caídas reales en comparación con 2023, excepto el pago de los intereses de la deuda que creció un 1,5 % interanual. Las jubilaciones y pensiones disminuyeron 25,8 % y explican 9 puntos de la reducción del gasto (OPC, 2024). Se contabilizan 54.000 despidos en el sector público. Así pues, la caída del salario real y el párate del Estado tienen su correlato en la recesión. El nivel de actividad económica cayó 8,4 puntos porcentuales a marzo, el uso de la capacidad instalada industrial está en el 56,6 % – 12 puntos por debajo que el año anterior según INDEC – y se observan primeros reflejos en el nivel de empleo con 260.000 cuentas sueldo dadas de baja en lo que va del año y 7 meses de retracción del empleo privado formal (EIL, 2024). A los últimos datos oficiales de pobreza – que señalan 41 % para el segundo semestre del año pasado- puede proyectarse una suba en línea con lo observado por la UCA (del 44% al 55%)”.
Frente a este panorama, lo más preocupante es como estos recortes (de parte del gobierno nacional) afectan a los sectores más vulnerables y a las políticas de cuidados.
De 47 políticas de cuidados relevadas, identifican que el gobierno argentino (en medio año de gestión) derogó, o desmanteló, 24 de ellas mientras que otras 16 están en peligro y sólo 7 se mantienen vigentes. En el segundo trimestre se cristalizó una tendencia: el gobierno deja en pie sólo las políticas de transferencia de ingresos directa a las personas. Aunque estas políticas son necesarias, por sí solas no resuelven la integralidad ni la multicausalidad de las problemáticas, no mitigan los efectos de la recesión en el mundo laboral y no alcanzan para rebatir los efectos del retiro del Estado – y su apoyo a las organizaciones – en los territorios.
Éste retiro territorial del Estado se materializa en el cierre de sus representaciones federales: desde la falta de entrega de alimentos a las organizaciones hasta el cierre de los Centros de Desarrollo Territorial (Ministerio de Capital Humano), los Centros de Acceso a la Justicia (Ministerio de Justicia), las delegaciones del programa Acercar Derechos (Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género), las delegaciones provinciales de ANDIS y PAMI, los equipos del plan ENIA, entre otros.
Por su parte, en cuánto a las mujeres e integrantes de la comunidad LGTBIQ+, se puede señalar que su presente está marcado por más tareas de cuidados a cargo, menos trabajo formal y menos red frente a la violencia. Con el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la propuesta de desandar la moratoria en la Ley Bases, el gobierno instaló un clima de negación de las probadas desigualdades sociales en razón del género de las personas.
¡Las organizaciones sociales y de la sociedad civil, con su trabajo territorial y sus acciones de visibilización y denuncia, están liderando la respuesta al desarme de las políticas de cuidados. Están luchando contra todo este brutal ajuste y desentendimiento estatal!
Podes descargar el informe acá: https://www.cels.org.ar/web/wp-content/uploads/2024/06/La-cocina-de-los-cuidados-2-24JUN.pdf
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