FLORENCIO VARELA, LA CIUDAD DONDE ESTÁN DADAS LAS CONDICIONES PARA QUE AVANCE LA VIOLENCIA. EL TRIPLE CRIMEN NO ES UNA SORPRESA

Que las tres jóvenes hayan sido asesinadas en Florencio Varela no es un hecho al azar como lo demuestra la investigación judicial, hace meses alquilaron la casa, hace días hicieron el pozo y el viernes manejaron 37 kilómetros para concretar el femicidio.

El modo brutal con que torturan, matan y descuartizan a las víctimas adquiere una dimensión inusitada cuando se confirma que fue «transmitida por Instagram para un grupo cerrado de 40 personas incluído el supuesto líder peruano Pequeño J».

Está modalidad no es práctica habitual en las crueles venganzas del narcotráfico y nos asimila a otros lugares del mundo donde estas prácticas son habituales levantando la vara de la violencia.

También quedó comprobado que es un una banda transnacional que opera desde la Villa 1-11-14 de CABA.

En este hecho brutal, el estado tiene diferentes niveles de responsabilidad; el estado nacional es responsable de cuidar las fronteras pero además de llevar adelante las investigaciones sobre estas bandas.

Hace tiempo, la Gendarmería se retiró de algunos lugares de CABA como la Villa 1-11-14 y la Policía de la Ciudad debe actuar.

El triple crimen sucede en la Provincia de Buenos Aires, entonces el Ministerio de Seguridad es responsable de encontrar a los responsables materiales e intelectuales. La actitud de la ministra de seguridad,  Bullrich diciendo «Kicillof debe hacerse cargo de la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires” como si esto fuera un hecho de inseguridad, es un burdo uso de la tragedia.

El narcotráfico es un fenómeno mundial y ningún lugar escapa a la problemática, pero algunos territorios generan mejores condiciones que otros para el desarrollo y asiento de las bandas.

Florencio Varela desarrolló un sistema político desde 1983 dónde se construyeron condiciones para edificar nuestro presente.

Durante 42 años un sistema de partido único gobernando, solo dos caudillos manejaron la ciudad  Julio Carpinetti lo hizo 9 años y Julio Pereyra 33 años.

Se construyó un sistema de impunidad donde el cortesano Luis Genoud logró que en el periodo  1992 – 2021 (29 años) las diferentes redes de ilegalidad, incluído el narcomenudeo, fueran impunes. Nadie relacionado con el poder fue condenado durante esos años.

El sistema de poder construido por la llamada «cooperativa» liderada por Julio Pereyra, Luis Genoud, Graciela Gianettassio y Carlos Kunkel creó un sistema recaudatorio que saqueando los fondos municipales y recaudaba, vía la policía, dinero de las crecientes redes de ilegalidad.

También transformó el sistema de partidos local en un conjunto de satélites financiados y construidos para dividir el voto opositor salvó la excepción del Frente de Izquierda y un pequeño puñado de concejales radicales o del FREPASO en su momento.

Invariablemente más del 90% de los supuestos opositores terminó siendo parte del dispositivo político del poder sea como funcionarios o cobrando para sobrevivir.

La policía bonaerense se transformó en un aporte permanente de funcionarios municipales, más de 30 jefes policiales al jubilarse fueron funcionarios municipales.

La cooptación del sistema educativo colocando inspectores obedientes dispuestos a movilizar alumnos y docentes para cuánto acto sea necesario muestra lo profundo que es el deterioro político de la ciudad. En los últimos años decididos a controlar todo, ejercieron un poder disciplinador en la UNAJ donde desde el Consejo Social integrado por Julio Pereyra, Luis Genoud, Graciela Gianettassio, Carlos Kunkel y su mujer Cristina Fioramonti, monitoreaban que todo siga bajo control.

Cómo todo sistema de poder este tampoco es para siempre, mientras la finitud de la vida deja fuera del poder a Gianettassio y Genoud, y daña a Carlos Kunkel, todo tiende a fragmentarse y a dar muestras de agotamiento.

En esta realidad hay datos positivos como que en el transcurso del periodo 2021 – 2025, son 28 los personajes ligados al poder a juicio o condenados; lo que nos muestra sectores del poder judicial que intentan avanzar, pero también los crímenes brutales se multiplican.

La decadencia del poder político muestra pobreza intelectual, vidas económicas inexplicables, una estructura municipal sin motivaciones, una decadencia moral que asombra.

Las elecciones fueron una muestra de la decadencia del poder ya que el 43 % del padrón  no fue a votar siendo, junto  a Presidente Perón uno de los peores lugares.

Florencio Varela es un lugar que genera condiciones para que las bandas que impulsan negocios ilegales decidan asentarse.

La Masacre de Senzabello, el asesinato de Lautaro y Lucas, el crimen de Josué y Paloma, a lo que se suma al nuevo triple crimen dan cuenta de como  el poder solo controla retazos del territorio en el  que alguna vez fueron amos y señores.


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