Faltan elementos de protección para trabajadores de la salud

Los casos de profesionales de la salud con COVID-19 en todo el país llegan a 431, de los que 130 contrajeron el virus mientras prestaban funciones, con lo cual Argentina pasó a estar entre los países con mayor porcentaje de trabajadores sanitarios infectados.

“Ningún sistema está preparado, pero lo que pasa acá es que no se tomaron todos los recaudos necesarios para proteger a los trabajadores”, planteó en entrevista con FM La Barriada el enfermero y delegado del Hospital Pirovano Walter Benitez.

 “La situación del Pirovano es un reflejo de los restantes hospitales que hay en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), y ni hablar de la provincia”, denunció, señalando que “en CABA hay 33 hospitales, que en mayor o menor medida están en igualdad de condiciones, o sea, mal”.

 “A todo un problema de base que viene de mucho tiempo atrás, se le suma la pandemia”, declaró.

En este sentido, explicó que esto se debe a que “el gobierno de CABA no provee del material necesario”, es decir, del equipo de protección personal, que implica, entre otros elementos, barbijos que son exclusivamente de uso hospitalario, cuya utilización en la calle está prohibida.

“Estos barbijos los usaron algunos políticos, entre ellos (Horacio) Larreta. El hecho de que el Jefe de Gobierno utilice ese tipo de barbijos en la calle, más allá del mal ejemplo, hace que personal sanitario que lo requiere no lo tenga”, criticó.

“El tema es que tanto en el Pirovano como en el resto de los hospitales, no hay insumos. El personal sanitario, y en particular el de enfermería, se ve en la obligación de atender a los pacientes sin los equipos de protección”, alertó.

“El Estado que tiene que proveernos de los elementos para protegernos y atender a las personas”, reclamó, advirtiendo que, de lo contrario, el personal se contagia y la institución debe cerrar el servicio, como sucedió en Neonatología y de Obstetricia del Hospital Ramos Mejía.

Por otra parte, resaltó que también “hay un déficit importantísimo de enfermeros”, de manera que en vez de atender 3 o 4 pacientes un solo enfermero termina atendiendo salas de 20 o hasta 30 personas.

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