Miles de mujeres y hombres de nuestra ciudad se anotan con la esperanza de trabajar en el listado de auxiliares del Consejo Escolar, para eso hacen numerosos cursos, terminan la escuela primaria, secundaria o un terciario lo cual les mejora la posibilidad de tener mejor puntaje. Mes a mes esperan ver cuantos cargos salen a acto público, cual es el puntaje y la esperanza se va renovando con cada publicación; pero el sistema tiene un lado oscuro que muchos saben y otros tantos presumen que existe.
El sistema ilegal de designación de auxiliares consiste en no publicar todas las escuelas con vacantes para permitir que una cantidad de auxiliares se nombren por fuera del acto público a partir de acuerdos políticos. Seguramente muchas personas dirán que todo el mundo sabe esto se, pero lo grave es confirmar que quienes lo sostienen son los consejeros escolares.
Los personajes claves de esta trama son Claudia Allerbon, presidenta del Consejo Escolar, Diego Arroyo, secretario del Consejo Escolar y Dario Olmedo, secretario general de ATE Seccional Varela. Ellxs son quienes deciden qué cargos se sacan a acto público y que cargos no.
Esos cargos que no salen a acto público permiten a Dario Olmedo designar auxiliares que respondan a sus perversas lógicas políticas; y a Claudia Allerbon y Diego Arroyo fortalecer las estructuras políticas partidarias dentro de las escuelas.
Pero también, estas prácticas ilegales crean un camino paralelo en el que hay que aceptar determinar condiciones para acceder a un cargo, como quedar sometidos a la participación política partidaria por devolución de favores; o como mostraron los mensajes de whatsapp de un ex Consejero Escolar a una joven, dónde de modo directo le decía que si quería acceder al cargo se debía acostar con él. Es decir, que se construyen lógicas clientelares que someten a personas desesperadas por acceder a un empleo donde cobrarán no más de $500.000 pesos y esas mismas personas que someten a lxs trabajadorxs, después dan discursos sobre los derechos de los trabajadores y otros nobles valores.
Otro mecanismo son los “cambios de funciones”, una herramienta justa y legal de lxs auxiliares, pero muy mal utilizada por quienes manejan este entramado; dónde es muy común que trabajadores auxiliares que cumplen tareas de delegados sindicales dejen de cumplir tareas en escuelas y pasen al Consejo Escolar que, en realidad, por pedido de Dario Olmedo se suman al sindicato a partir de acuerdos con Diego Arroyo.
Los sindicatos tienen licencias gremiales que son legítimas y necesarias pero «los pases” sin ningún marco legal son muestras de discrecionalidad a disposición del aparato político.
Mencionamos a ATE VARELA porque es quien se lleva el grueso de los beneficios de estos acuerdos políticos pero, en menor medida SOEME y UPCN también participan.
En algunos casos miembros de la propia Comisión Directiva de ATE que no están cubiertos por licencia gremial fueron llevados al sindicato por acuerdo directo con una directora.
Esos cambios de funciones para sumar militantes a la estructura política partidaria generan nuevas designaciones con el nombramiento de nuevos suplentes.
Pero hay otro mecanismo que nació en la pandemia que se lo conoce como “artículo 13” donde se designaban cargos de modo directo, relata un ex miembro de la Comisión Directiva de ATE – Varela quien en plena pandemia fue testigo de cómo el consejero Diego Arroyo, volvió de la ciudad de La Plata con una cantidad de nuevas designaciones pero primero acordó con Dario Olmedo cuantas quedaban para ATE y cuando se designaban por los carriles legales.
Seguramente un lector desprevenido podría pensar que el Consejo Escolar está compuesto solo por miembros del peronismo pero no es así, desde hace años el PRO tiene consejeros escolares y en el 2023 se sumaron dos de La Libertad Avanza. El silencio también es complicidad y los supuestos opositores guardan silencio ante el enorme escándalo.
Desde la Agencia La Barriada defendemos el rol de los sindicatos y la importancia de la política en la vida democrática pero no estamos dispuestos a quedarnos en silencio ante el sometimiento de los trabajadores, las tramas de corrupción y los abusos de todo tipo para acceder a cargos o reforzar estructuras partidarias.
El enorme escritor y periodista Rodolfo Walsh decía «No me pidan que respete a quienes no son respetables» y ese criterio es parte de nuestras publicaciones.
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