Durante la década de 1960 el Gobierno de Estados Unidos impulsó en América la denominada Doctrina de la Seguridad Nacional, que tenía por objetivo evitar el avance del comunismo utilizando entre otras herramientas la persecución ideológica.
Durante años Estados Unidos formó militares de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil para la aplicación de esta doctrina y el rol que debían cumplir las fuerzas de seguridad. El combate al comunismo los llevó a impulsar los golpes cívicos militares en Paraguay en 1954, Brasil en 1964, Bolivia en 1971, Uruguay en 1973, Chile en 1973 y Argentina en 1976, con los que profundizaron las políticas represivas y los modelos económicos que empobrecen la población.
A partir de 1975 las fuerzas armadas de Chile, Bolivia, Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay generaron una coordinación represiva con el fin de perseguir y eliminar en cualquiera de estos territorios a los disidentes políticos que se encontraban huyendo de la represión en su país de origen, apoyados claramente por EEUU. Esa coordinación de las fuerzas armadas de Sudamérica fue denominada “Plan Cóndor”.
El Plan Cóndor también se aplicó en la Argentina y en nuestra ciudad de Florencio Varela cuando secuestraron y desaparecieron a miembros de una familia uruguaya.
En la calle Hilario Lagos 466 vivía Juan Enrique Velázquez Rosano junto a su pareja Elva Lucia Gándara Castroman y sus cuatro hijxs de 13, 9, 3 años y 3 meses cuando el 16 de febrero de 1977, 12 personas entre miembros del ejército argentino y civiles ingresaron a la propiedad golpeando a Juan Enrique y Elva Lucia mientras eran interrogados.
La patota de civiles y militares tomaron de las piernitas a la bebé de tres meses teniendola boca abajo y la amenazaban “con estrellar su cabeza contra la pared” mostrando el nivel de brutalidad y tortura.
Se fueron del lugar saqueando cosas de valor y dejando a lxs niñxs solos, que luego fueron rescatados y llevados por un familiar al barrio de once para partir a su exilio en Holanda.
La patota de civiles y militares traían en un vehículo a Eduardo O ‘Neill Velázquez, quien tenia visibles signos de tortura y era el sobrino de Juan Enrique.
La pareja de Juan Enrique y Elva eran uruguayos que en su país habían militado en el Partido Comunista, y en Argentina se habían sumado a la Juventud Peronista al igual que Eduardo O ” Neill.
Juan Enrique y Lucia fueron vistos en la Brigada Güemes y finalmente en el Pozo de Quilmes, Juan Enrique fue dejado en libertad luego de brutales torturas en Florencio Varela a dos cuadras de su casa y se exilió junto a sus hijas en Holanda mientras que de Lucia no se supo más nada y su cuerpo tampoco fue encontrado.
Eduardo O ‘ Neill, sobrino de Juan Enrique, fue secuestrado el 18 de enero de 1977 junto a otros dos uruguayos en una calle del Barrio de la Paternal en CABA cuando estaban trabajando en un reparto de bebidas y alimentos y llevados a la comisaría 39 .
Luego de soportar la tortura fue llevado al Centro Clandestino “Pozo de Quilmes” donde se volvió a encontrar con su tío Juan Enrique y su pareja Lucia.
Eduardo O ‘Neill fue asesinado y enterrado en una fosa común en el Cementerio de Lomas de Zamora donde el Equipo de Antropólogos Forenses ( EAAF) identificó sus restos para luego ser enterrado en el Cementerio de Varela.
Juan Enrique Rosano Velázquez vive en España junto a una hija y declaró en el Juicio contra los responsables del Centro Clandestino de Detención Pozo de Quilmes, sus otros hijos viven en Holanda.
La tortura, la violencia, el abuso sexual y el saqueo de los bienes fueron una práctica común de los militares de Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay que intervenian en el Plan Cóndor, y Florencio Varela también sufrió sus conciencias.
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