Cuando en 1992 llega a la intendencia de Florencio Varela Julio Pereyra se conforma un nuevo polo de poder político junto a Graciela Giannettasio, Luis Genoud y, más tarde, Carlos Kunkel. La ciudad actual fue construida por este grupo de poder y entre muchas cosas negativas se generó un modelo de recaudación ilegal por el cual en lugar de ingresar diversos cobros al municipio iban a cajas negras para financiar la política y la vida de un puñado de personajes del poder que no pueden explicar cómo hicieron el dinero.
Una de las cajas ilegales de recaudación era el Área de Inspección General que debía controlar comercios, el 2 de enero del 2004 un comercio de venta de pirotecnia que nadie controló estalló dejando cinco muertos, a pesar de que era visible la fabricación de pirotecnia casera se lo dejo funcionar. Ese hecho dejó al descubierto que permitir que la corrupción y desidia estatal podía generar muertes.
También tenemos el antecedente de la denominada causa La Voz del Campo, el 26 de junio de 1996 las víctimas denunciaron el saqueo de los recursos públicos y la explotación laboral que nuevamente quedaron a la vista. Ese proyecto también era una forma de recaudación ilegal y fueron condenados Daniel Zisuela, Amancia Báez, Genaro Simioli, Marta Duarte, Adriana Bustamante y Héctor Faldetta.
Estos dos antecedentes públicos y gravísimos nos son hechos aislados.
Las más de 20 muertes en la tosquera de Scarpatto sacaron a la luz un sistema de coimas que recibían los funcionarios a cambio de no controlar, a las muertes de jóvenes se suma un daño ambiental que al día de hoy no se pudo reparar.
Quizás el saqueo sistemático de fondos municipales más claro y que dura desde hace más de una década es el que lleva adelante Francisco “Chicho” Basile socio político y económico de Julio Pereyra que se lleva gran parte del presupuesto estatal como proveedor del municipio. La empresa Servicios y Gestión realizó asfaltos y construcciones de pésima calidad que se pagaron a valores exorbitantes, queda claro que las licitaciones arregladas y la falta de controles permiten a Basile juntar mucho dinero de lo cual una parte va a una de las cajas negras.
El mayor gasto del municipio es el pago de la recolección de residuos que está en manos de la Cooperativa 31 de Mayo, una fachada que maneja “Chicho” Basile y cobra por recolectar la totalidad de las calles abiertas al uso público de la ciudad de lunes a sábados, se calcula que recolecta solo un 50 %. Como todos sabemos hay calles intransitables, otras que cuando llueve no se puede entrar, pero Basile cobra igual, es claramente otro negocio que nadie controla y permite una recaudación ilegal.
Si tomamos la empresa Ture, también de “Chicho” Basile, hace alrededor de 20 años que le da una comida horrible a los niños y niñas de las escuelas, pero además es proveedora municipal ¿Por qué no se la controla? Porque también es parte de la recaudación ilegal.
La muerte de Sebastián Mieres dejó al descubierto que la empresa San Juan Bautista funcionaba sin controles municipales, además de ser parte de un monopolio en manos de MOQSA que nos hace viajar como vacas ¿La falta de controles es solo ineficiencia o detrás de la empresa San Juan Bautista hay intereses económicos del poder político?
Por último, podemos poner otro ejemplo que son los loteos truchos en Varela que son alrededor de 120, nadie evitó que personas con vínculos políticos estafaran a cientos de familias que viven sin servicios públicos legales ¿Nadie los vio a pesar de estar muchos de ellos en avenidas principales?
Hace unos meses el intendente Watson realizó la denuncia ante la Fiscalía N°1 de que existía un desvío de fondos públicos en la emisión de registros de conducir, hubo un grupo de empleados detenidos, incluido el tesorero municipal Eduardo Telechea, todos fueron excarcelados. De la promesa de Watson de ir hasta las últimas consecuencias a que la causa lentamente se extinguiera ¿Qué sucedió? ¿Ya no hay corrupción?
El grupo que llegó al poder en 1992 organizó un sistema de saqueo de los fondos públicos y de coimas a actividades privadas que contaron con la protección judicial del ex integrante de la Corte Suprema de Justicia Luis Genoud y que gran parte de la ciudad conoce. En general cuando se hacen estás afirmaciones el elenco del poder oficial se muestra ofendido porque dañan su buen nombre y honor, una actuación teatral que nadie les cree.
Las rendiciones de cuentas ante el Concejo Deliberante siempre son aprobadas lo cual demuestra el espantoso rol de concejales oficialistas y opositores, salvo honrosas excepciones.
Para la ciudadanía de Florencio Varela está claro que hay un sistema de recaudación ilegal, también lo sabe la dirigencia política sin distinción de partidos, también lo conocen el intendente Watson y sus funcionarios, pero ¿por qué no terminan con el sistema?
Florencio Varela naturalizó la recaudación ilegal de la policía bonaerense, del sistema político y también algunos pocos funcionarios judiciales, si no se rompe con el sistema el proceso de degradación puede llegar a un lugar que no imaginamos y del que no se va a poder volver atrás.
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