EL INCREIBLE INTENTO DE CLAUSURAR A LA ASOCIACION HIJOS DEL CAMPO

La Asociación Hijos del Campo es una organización ubicada en la calle 1681 del Barrio La  Colonia en la zona rural de Florencio Varela donde las calles de tierra dominan el paisaje.

Hace más de dos décadas nació, fruto del esfuerzo de un grupo de personas preocupadas y ocupadas por la situación de los niños, niñas y adolescentes.

Durante su larga historia,  su presencia ha sido fundamental en la vida de las familias de la zona, donde es la única organización que de modo sostenido mantiene diversas actividades gratuitas.

Como muchas organizaciones que trabajan con las infancias recibe fondos del Programa Unidad de Desarrollo Infantil (UDI) del Ministerio de la Comunidad del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Con los fondos de ese programa y formando educadoras comunitarias la asociación armó hace años  un jardín comunitario donde asisten 20 niños y niñas que son atendidos de modo gratuito y dónde reciben asistencia alimentaria.

Hace un poco más de tres meses se presentó personal de Subsecretaría de Inspección General, Seguridad Vial y Movilidad Urbana que depende del Secretario de Gobierno Daniel Dono Leídi y labraron un acta donde plantearon que » el jardín comunitario gratuito sostenido con fondos provinciales «No tiene habilitación comercial” e Intervino el Juzgado de Faltas N° 1 de Florencio Varela.

El Presidente de la Asociación Civil Hijos del Campo, Eduardo «Cacho” Zabala se hizo presente ante el juzgado donde con documentación en mano explicó que son una organización sin fines de lucro y que el Ministerio de la Comunidad no exige que los espacios comunitarios tengan habilitación comercial, luego del diálogo pareció que todo había quedado claro.

El 11 de noviembre a las 16,45 Hs llegaron nuevamente los inspectores municipales a la organización comunitaria Hijos del Campo nuevamente a exigir habilitación Comercial y está vez dicen haber constatado que existe en lugar actividad comercial, lo cual es mentira y  sin dudas, un disparate.

En la Ciudad de Florencio Varela existen decenas de experiencias similares a la que realiza la Asociación Hijos del Campo que son impulsadas por diversas organizaciones,  por el Obispado de Quilmes o el propio municipio con fondos del mismo programa de infancia del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y nunca el municipio exigió habilitación comercial.

¿Por qué motivo  los inspectores municipales recorren kilómetros hasta llegar a esa zona tan alejada a exigir una habilitación comercial a una organización comunitaria?

En esos lugares donde los espacios estatales para atender las infancias y adolescencia son escasos o nulos, la presencia de la Asociación Hijos del Campo es vital para numerosas familias.

Quizás, sería necesario que la Subsecretaría de Inspección General, Seguridad Vial y Movilidad Urbana se dedique a controlar el pésimo funcionamiento del transporte de pasajeros y dejar  en paz a quienes dedican su vida a atender a las infancias.


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