En Florencio Varela suceden de manera habitual cosas escandalosas, y el juicio contra el Dr. Dieguez es un ejemplo de ello.
La investigación penal se inicia por una denuncia del fiscal Hernán Bustos Rivas que dice sentirse amenazando por el Dr. Dieguez en una audiencia solicitada por el letrado en el marco de la causa por los jóvenes asesinados a principio de este año, Paloma y Josué.
Este personaje oscuro de la justicia inventó una falsa denuncia y puso como testigos a sus propias empleadas de la fiscalía para poder excusarse de investigar el doble crimen de Josué y Paloma.
En el tiempo que tuvo la investigación queda claro que, como en otras causas sensibles al poder, se manejó con una meditada impericia hechos que son repudiados por la familia de Josué Salvatierra.
Esa escandalosa denuncia recayó en manos de la fiscal Aparicio, titular de la Fiscalía N°11, que, según algunas fuentes, tendría una estrecha relación con la pareja de Bustos Rivas y que en solo 75 días elevó a juicio la causa. La fiscal Aparicio es famosa por su lentitud para elevar causas a juicio, pero llamativamente en la falsa denuncia de Bustos Rivas mostró una velocidad propia de países como Suiza.
Sin dudas la falsa denuncia y la escandalosa investigación penal intentan silenciar al Dr. Dieguez que es abogado de la familia de Josué Salvatierra, Nahuel Sanabria y el niño muerto en el Hogar Nomadelfia, también tuvo un rol clave como abogado de la familia de Lautaro Morello. En tanto Bustos Rivas es una clara muestra de lo que no deben ser los funcionarios judiciales, denunciado por violencia por su expareja, condenado por no garantizar los alimentos de sus hijas y con una vida económica que no se condice con su salario por poner algunos ejemplos.
El Tribunal Oral Criminal N°1 tendrá la responsabilidad de terminar con esta vergonzosa causa judicial, esperemos que esté a la altura de las circunstancias.
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