Durante la gestión del Gobernador Antonio Cafiero (1987 – 1991) la Provincia de Buenos Aires impulsó una novedosa política de acceso al hábitat, que permitió que el municipio de Florencio Varela llevara adelante una innovadora y respetable política vinculada al tema. El trabajo a cargo de la Doctora Cecilia Bordenave y un equipo destacable, puso en marcha mecanismos de regularización y de acceso al suelo urbano que dieron importantes frutos.
La llegada de Julio Pereyra a la Intendencia en 1992, trajo consigo el desmantelamiento de la novedosa experiencia, desarmando los equipos técnicos y cerrando los programas. La idea era que no quedara en pie nada del gobierno anterior.
Entonces comenzó una etapa, que duro años, en la cual la política de hábitat estuvo centrada en la regularización y acceso a viviendas sociales; hasta el año 2012, cuando Julio Pereyra decide crear el Consejo Comunitario para la Tierra y la Vivienda que sería una herramienta central en la creación de suelo urbano y daría soluciones a las demandas habitacionales de la población. Y a la par continuaba funcionando la Dirección de Regularización Dominial, a cargo de la Doctora María Rosa Tedesco, quien con pocas herramientas pero situada en el territorio asumia la discusión en los conflictos sociales.
Desde sus comienzos, el Consejo Comunitario para la Tierra y la Vivienda expresó un acuerdo entre tres sectores: el Municipio, la Pastoral Social del Obispado de Quilmes y la UNAJ, dejando afuera a numerosas organizaciones sociales.
La gestión de Julio Pereyra y el Consejo Comunitario para la Tierra y la Vivienda fue un fracaso ya que, a pesar de contar con fondos del estado nacional para comprar tierras y realizar loteos sociales, la realidad habla por sí sola.
Tomemos de ejemplo el Loteo Social de Villa San Luis donde con dinero del estado nacional, el municipio de Florencio Varela compró 15 hectáreas de las cuales, más de la mitad fueron ocupadas por un loteo ilegal a pesar de estar escrituradas por el municipio. Es muy llamativo que nadie del municipio o del Consejo Social lo haya sabido antes de que estafaran a cientos de familias…
La llegada de Andrés Watson a la intendencia, lentamente fue desarmando el Consejo de Tierras, entre otras cosas por el enfrentamiento con su presidente Pablo Reynoso, que se había transformado en una persona de estrecha confianza del entonces Diputado Provincial Julio Pereyra.
El Consejo de Tierras tuvo como último Presidente al entonces Secretario de Gobierno Cristian Rodríguez y de Secretario a Hernán Losada, quien se encargaba de reportar las novedades a Julio Pereyra y Pablo Reynoso.
Al calor de las tensiones políticas entre Watson y Pereyra, donde también se suma Pablo Reynoso fue creciendo la bronca de Watson con Hernán Losada hasta que aparecieron » los motivos técnicos».
Según algunas versiones, Hernán Losada no pudo explicar su inacción ante el festival de loteos ilegales que vive la ciudad y esos descargó la furia acumulada de Andrés Watson.
Hernán Losada no solo fue despedido de su cargo de Director General de Regularización Dominial sino que además fue degradado en su categoría municipal, una exagerada alevosía.
Las políticas de hábitat impulsadas desde el Consejo Comunitario para la Tierra y Vivienda, claramente muestran su fracaso, pero no era necesario destruir el Consejo como herramienta para garantizar el acceso al hábitat, sino solo garantizar su buen funcionamiento. Una vez más Watson como Julio Pereyra en 1992 destrozan las herramientas construidas en vez de revisar errores e impulsar más participación y transparencia.
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