La Ciudad de Florencio Varela hace décadas que sufre las consecuencias de redes mafiosas que se enriquecen con la complicidad de los gobiernos municipales y de opositores que guardan silencio .
Uno de los personajes que se enriqueció es Francisco Chicho Basile que no puede explicar la cantidad de propiedades que posee ya que hay elementos para pensar que su origen no es de modo lícito.
La fortuna de Basile solo se explica porque contó con la complicidad de los gobiernos municipales y una oposición espantosa que es incapaz de decir nada.
La voracidad de Chicho Basile no tiene límite. La complicidad municipal tampoco.
El Club San Eduardo fue fundado el 24 de julio de 1979 con el esfuerzo de numerosas familias que entendieron que los pibes necesitan un lugar donde ser felices.
Durante 35 años nunca apareció ningún dueño de las tierras que ocupa el club, hasta que el año pasado fueron citados a una reunión con funcionarios municipales donde también estuvo el Gerente de la Empresa Servicios Y Gestión donde les comunicaron que estos eran dueños.
La comisión y las familias resistieron el avance de los empleados de Chicho Basile que les destruyeron alambrados y postes, con la intención de reducir el club a un pequeño espacio.
Imposible negar la complicidad del municipio, ya que gran parte del presupuesto de cada año se lo llevan, en gran medida las empresas de Chicho Basile, por ejemplo (entre otros contratos) con la recolección de residuos.
El Club San Eduardo no permitirá que este negocio inmobiliario termine con 35 años de historia y no van a estar solos.
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