Capítulo 5.
El presidente Javier Milei derogó la conocida “Ley de Góndolas”, a poco de cumplir 4 años de su sanción. Se ha basado en la mentira que difunde: “la ‘necesidad’ de que los comerciantes recuperen la ‘libertad’ que el ESTADO les quitó”.
La Ley 27.545/ 2020, “Ley de Góndolas”, tenía como objetivo “que los precios de los alimentos, bebidas, higiene y limpieza sean transparentes y competitivos en beneficio de los consumidores”. Asimismo, promovía una mayor oferta de productos en las grandes cadenas de supermercados, tanto en sus sucursales físicas como virtuales, y posibilitar que las pequeñas empresas, cooperativas y emprendimientos de la agricultura familiar también tengan acceso equitativo al espacio en las góndolas comerciales: los súper debían contar con un mínimo de 5 proveedores para cada categoría de producto (incluyendo, por supuesto, la marca propia de cada cadena), mientras que el 25% del espacio en los estantes debía reservarse a MIPyMES y PYMES (micro, pequeñas y medianas empresas), con un señalamiento especial y más visible en comparación con marcas clásicas; y otro 5% para las firmas de la denominada “economía popular”. Ninguna empresa podía ocupar más del 30% de la góndola, en ningún caso. En las páginas web de los supermercados los productos más baratos debían aparecer primero. De no respetarse estas normas, sanciones efectivas podían aplicarse a los grandes grupos empresariales que las incumplieran.
A su vez, se derogaron las Leyes 20.680/ 1974 (y su ampliación de 2014) “Ley de Abastecimiento”, la 18.875/ 1975 “Compre Nacional”, la 21.680/ 1956 de “Promoción Industrial” y la 27.437/ 2018 de “Compre Argentino”; todas, en suma, vinculadas al control necesario de precios, a fijar precios máximos y sancionar a las empresas que suban los precios “injustificadamente” y a que no esté ausente la variedad de marcas para que no solamente figuren las grandes y más caras. Al caer estas normativas de regulación estatal, hay “libertad” de exhibición, señalización y ofertas para que cada cadena ubique los productos como mejor se le dé la gana.
Milei dijo que derogar estas leyes era sumamente importante “para que el Estado nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos”, “para que deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos” y “porque es imprescindible facilitar el funcionamiento de los mercados que sufrieron una indebida injerencia del Estado” en este rubro.
¡Todas afirmaciones engañosas!. Pronunciaciones que solo buscan justificar el daño que ya vienen padeciendo las familias y lxs trabajadorxs cuando van al supermercado: precios que se disparan, especulación constante y un gran daño al bolsillo de la gente en un contexto de alta inflación. Y de todo esto los principales beneficiarios continúan siendo: las corporaciones oligopólicas (mercado de pocas empresas) y monopólicas (“un solo producto, una única oferta y un único vendedor”).
En definitiva, es la implementación total de la ¡liberación de todos los mercados perjudicando, esencialmente, a los consumidores: a lxs trabajadorxs y a las familias, a lxs más vulnerables!.
Ahora bien, ante esta nueva propuesta “libertaria” muchas son las voces de expertos que se han pronunciado destacando los perjuicios que provocaría la misma y que avalan lo que en esta nota venimos explicando. Pedro Bussetti, presidente de la asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), expresó : “la Ley de Abastecimiento es la que permite al Estado intervenir en los mercados ante situaciones de emergencia, desabastecimiento, disparadas de precios, entre otras” y “es una herramienta legal que tiene el gobierno, justamente en este momento tan particular con una inflación interanual del 160,9%, para intervenir y regular los precios fundamentalmente de los alimentos y mejorar la capacidad adquisitiva de los consumidores”.
Por su parte, para el abogado Gastón Miani, especialista en litigios tributarios y aduaneros, la Ley de Abastecimiento: “fue aplicada por el Gobierno Nacional de manera intensa después de la pandemia, con multas y hasta clausura de supermercados por falta de productos o por incumplimientos a los programas de precios cuidados”.
En tanto, Guillermo Fabián Siro, presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), consideró qué, si bien las leyes regulatorias aplicadas tenían sus falencias a reforzar; la idea era “el poder lograr proteger a los 2 eslabones más débiles de la cadena de valor, el consumidor (que es el trabajador argentino) y el comerciante (que no remarca sino que actualiza precios), y fortalecer a las pymes, facilitando su actividad e inserción regional”.
Por último, si miramos al mundo podemos resaltar que países como Francia y Hungría están a favor, e implementan, una regulación de precios del mercado alimenticio y/ o de productos básicos. España, por su parte, mantiene (mediante varios funcionarios y sectores importantes) actuales debates para la posibilidad certera de comenzar a implementarlos. De igual manera, Joe Biden (actual presidente de los Estados Unidos) comienza a pensar en la posibilidad de aplicar medidas proteccionistas, sin ir más lejos habiendo comenzado por la carne y otros rubros.
¡La liberación total del mercado alimenticio, sobre todo, sin ningún tipo control es (sin dudas) la generación de aún más HAMBRE y el HAMBRE es un CRIMEN que, como ya sabemos, debemos erradicar y combatir!.
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