“A veces a los lugares turísticos uno los conoce justamente como turista, entonces hay muchas cuestiones que pasan desapercibidas, o bien la propia ciudad trata de mostrar una cara que no es la realidad”, expresó, en entrevista con FM La Barriada, el Dr. en Ciencias Sociales Tomás Guevara, investigador del CONICET e integrante de la Mesa de Tierras de Bariloche.
“Supuestamente al turismo hay que mostrarle un panorama exento de conflicto donde todo funciona todo bien y no hay problemáticas, entonces eso refuerza la imposibilidad de conocerlas cuando uno va en calidad de turista”, apuntó.
Guevara comentó además que, en el caso particular de Bariloche, por su tamaño como ciudad y al encontrarse aislado de otros centros urbanos grandes, es una zona que atrae mucha población rural, generando “un creimiento bastante acelerado y muy desordenado, con muchas problemáticas”.
Al respecto, señaló que el turismo “no alcanza para generar los ingresos y empleos que necesita la población”, y expuso que la cuestión habitacional es “una problemática estructural muy fuerte en la ciudad desde hace muchos años”.
En este sentido, refirió que “cada cuatro o cinco años, dependiendo de la situación macroeconómica, aparece conflictos vinculados a tomas de tierra”.
“Este año hubo un último ciclo de tomas. La gente aguanta, demanda alguna solución y espera políticas habitacionales, pero cuando no llegan buscan una solución de hecho, porque es la única opción que hay”, declaró.
De esta forma, según explicó, “empiezan los procesos de autoproducción de barrios”, que en Bariloche consituyen “un número importante” con alrededor de 3500 hogares, con problemas de regulización y de acceso a servicios.
“Una parte importante del problema habitacional en Bariloche tiene que ver con el hacinamiento”, observó, destacando que según estadísticas de la Mesa de Tierras son cerca de 10 mil los hogares con déficit habitacional.
“El 70 por ciento son hacinamientos. Esto no quiere decir necesariamente que una vivienda sea precaria, sino que vive más gente de la que permite en condiciones adecuadas”, indicó.
“Vivir en condiciones de hacinamiento es muy desgastante, y ni hablar en el contexto de pandemia”, manifestó.
Por otra parte, resaltó que la situación en los barrios “más populares” de la ciudad en invierno se vuelve “muy compleja” dado la necesidad de calefaccionarse, en un contexto donde cerca de 5 mil hogares no tienen acceso a la red de gas, en tanto que las tarifas del servicio eléctrico “se fueron por las nubes”.
Además, advirtió que “por ser una ciudad turística hay mucha gente que trabaja sólo en las temporadas”, y que por tratarse de trabajadores enmarcados en regímenes particulares como gastronómicos o de comercio, “quedaron por fuera” del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
“Estamos entrando en lo que sería nuestra temporada alta, donde todos empiezan a tener el alta en sus trabajos, aumenta la demanda y la actividad económica, pero eso no está llegando y no lo va hacer”, lamentó.
“En lo que nos espera del invierno por delante, el panorama es bastante critico”, declaró.
Foto: Diario Río Negro
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