A pesar del Decreto de Necesidad y Urgencia del 1 de abril que prohibió los despidos por 60 días, la planta de Dánica de Llavallol despidió a 5 trabajadores y días más tarde cerró sus puertas.
En entrevista con FM La Barriada el trabajador de la empresa Javier Castillo habló sobre el conflicto que atraviesan hace más de un año con la patronal.
Según explicó, ya en abril del año pasado la empresa había despedido a 33 trabajadores, de los cuales sólo 18 fueron reincorporados, en tanto que les debe la paritaria de junio de 2019, el bono y toda la paritaria de este año, además de haber realizado recortes en premios, salarios, horas y categorías.
En este marco, es que los trabajadores se negaron a hacer las horas extras que les solicitó la empresa, trabajando únicamente las 8 o 9 horas que les corresponden. En consecuencia, al notificar los 5 despidos la empresa argumentó que los trabajadores en cuestión no realizaron las horas extra que les fueran exigidas.
“Con esto del COVID-19 venimos a trabajar aún sabiendo que podemos contagiarnos”, sostuvo Castillo, explicando que fueron eximidos de asistir los trabajadores que constituyen grupo de riesgo pero los 90 restantes continúan yendo normalmente. Asimismo, destacó que si no hacen horas extras “no es por mala predisposición”, sino porque también tienen a personas a las que atender en sus casas.
Según contó Castillo, al enterarse de los despidos se realizó una asamblea tras la cual comenzó el paro que mantuvieron durante el viernes 3, en tanto que el mismo día a última hora el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
Sin embargo, explicó que al presentarse al día siguiente a primera hora a trabajar, acatando la conciliación, la empresa no permitió el ingreso de los 5 empleados despedidos.
Sumado a esto, expresó que el lunes al llegar a trabajar encontraron los portones con candado. “No entró nadie, desde el lunes está cerrada. Ahora no son 5, somos 150 personas afuera”, denunció.
“Esta embestida de la patronal viene desde el año pasado”, reiteró Castillo, recalcando que la empresa no sólo rompió sólo el protocolo de producción y abastecimiento por ser productora de alimentos, sino que también violó el decreto de prohibición de despidos.
Por otra parte, destacó que la empresa no pagó las dos quincenas que debería y en su lugar hizo un depósito de 20 mil pesos sólo a una parte de los trabajadores. “Yo creo que quiere generar una ruptura o discordia entre los propios trabajadores”, advirtió Castillo, aunque destacó que quienes cobraron dicho dinero repartieron la mitad o una parte para sus otros compañeros. “La unidad de los trabajadores está siempre presente”, aseguró.
Para escuchar la entrevista completa, hacé click aquí.
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