Mientras Argentina negocia con China un acuerdo para producir 9 millones de toneladas de carne porcina para el país asiático, especialistas y militantes ambientalistas alertan sobre su impacto y sus consecuencias.
“Estamos en una encrucijada económica, porque vamos a salir de la cuarentena empobrecidos y habrá que buscar maneras de regenerar el sistema económico y alimentario, pero lo peor que podemos hacer es salir con problemas más graves”, planteó, en entrevista con FM La Barriada la periodista y autora del libro Mal comidos, Soledad Barruti.
“Sin embargo, es lo que parece que va a pasar”, lamentó, explicando que hay un acuerdo “en puerta” con China que pretende instalar 100 millones de cerdos en nuestro país, un “crecimiento sideral” teniendo en cuenta que Argentina actualmente produce entre 6 y 7 millones de animales.
Además, advirtió que el acuerdo implica “exponer a la Argentina a lo que justamente China quiere sacarse de encima”, ya que exporta sus granjas industriales “porque no quiere tener las pandemias que ocasionan este tipo de criaderos” y que provocó que “no puedan sostener su sistema alimentario por mucho tiempo más”.
“Que China quiera dejar de producir estas granjas y pasárnoslas a nosotros, es una muestra del desastre que son”, manifestó.
“Este acuerdo implica profundizar el mismo modelo que tenemos con la soja”, cuestionó, observando que “cuando ingresó la soja transgénica parecía un buen negocio poner en nuestro campo algo foráneo y extenderlo lo más posible” y hoy en día “más del 60 por ciento de la tierra cultivable está ocupada por soja”.
“Multiplicar la cantidad de animales para que los consuman otros países genera lo mismo que la soja. Es una respuesta perfecta de parte de la ignorancia que existe en nuestro país con respecto a los daños que causan estos sistemas productivos”, criticó.
“Concentrar una gran cantidad de animales en las condiciones de tremenda violencia en que lo hacen las granjas industriales, además de ser un acto de extrema crueldad es suicida”, aseguró, destacando que de concretarse el acuerdo “tendríamos el triple de cerdos que de argentinos en el país, encerados en granjas sumamente tóxicas y peligrosas”.
En este sentido, señaló que se trata de un “combo tóxico” debido no sólo a que los cerdos se alimentan de granos de soja -que ocupan un territorio que aumentó en un 1400 por ciento el uso de veneno en los últimos 25 años- sino que también emplean “una cantidad de antibióticos que supera el consumo humano y además pone en peligro el uso en las personas de estos remedios”.
Por otra parte, resaltó que el canciller Felipe Solá fue quien introdujo la soja transgénica y es quien actualmente está negociando este acuerdo.
“Es la misma persona ocupando una vez más un puesto clave. Pareciera no darse cuenta de las dimensiones que puede llegar a tener para todos nosotros”, afirmó.
Foto: El país
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