En Florencio Varela los loteos ilegales ya superan los 120 y las familias estafadas más de 20.000 que además viven en condiciones de precariedad enganchados de la luz y el agua.
La mayoría de los loteos ilegales los organizan quienes los venden, sobre tierras que no son propias, en muchos casos iniciaron el juicio civil de usucapión o son meros poseedores. En otros casos, los propios propietarios organizan un loteo ilegal en sus propias tierras .
Los loteos ilegales comienzan con la apertura de calles donde los estafadores contratan maquinarias, colocan palos y cableados dónde enganchan la luz del transformador más cercano; el cableado claramente es precario y no reúne condiciones de seguridad.
La primera pregunta que debemos hacernos es ¿quién debe controlar este accionar? La policía bonaerense por ejemplo, podría poner en conocimiento al municipio porque en la mayoría de los casos es una toma de tierras pero de esos hechos no avisa, es muy raro ¿no?
El municipio, que cuenta con Guardia Comunal que patrulla el distrito tampoco se entera y, por lo tanto no clausura los Loteos cuando inician, lo cual evitaría la estafa a las familias trabajadoras.
Muchos de estos loteos hacen publicidad por diferentes medios por lo cual, cualquier funcionario municipal puede identificar gran parte de los loteos ilegales de la ciudad, cosa que no sucede.
Otro actor clave para la estafa son los escribanos que se amparan en su rol y sostienen que “ellos solo certifican firmas” lo cual es cierto, pero ese trámite convence a muchas familias de que la compra es legal y no existen campañas de los Colegios de Escribanos advirtiendo esa maniobra. Evidentemente están preocupados en cobrar, no importa como.
Los loteos ilegales, en casi todos los casos organizan sus ventas por fuera de la inmobiliarias por lo que usan nombres de fantasía, a través de una sociedad anónima o de una sociedad de responsabilidad limitada.
Esas ventas ilegales en muchos casos se hacen en oficinas sin habilitación municipal que el municipio “no clausura” como sí hace con otros comercios.
Los vendedores sostienen que venden barrios semi cerrados con pomposos nombres como Fincas de La Paloma o Brisas de Brown donde prometen paz, arbolados y vida campestre que en menos de un año se transforma en un infierno por falta de luz, agua y acceso a servicios.
El municipio es quien sabe cuales son los loteos que están autorizados y cuáles son ilegales, ¿Por qué en la última década nadie vio lo evidente? En muchos casos el municipio aparece para impedir que las familias estafadas construyan por no tener permiso pero ¿por qué no aparecieron cuando se estaba armando el loteo ilegal?
Los loteos ilegales se desarrollan mayoritariamente en zonas rurales, pero también en las avenidas como Pisani, Patagones, Hudson o Ruta 53, ¿habrá surgido un nuevo virus atacando la visión solo a funcionarios municipales, guardias comunales y policías?
Está claro que las ganancias son millonarias, los controles municipales y policiales casi nulos y las víctimas miles, estamos ante una caja de recaudación ilegal que cada vez crece mas.
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