El contrato varelense de recolección de residuos, firmado el 30 de diciembre del 2021 entre el Intendente Andrés Watson y la “Cooperativa 31 de Mayo” que se sabe que es una fachada para los negociados turbios de Francisco “Chicho” Basile, es uno de los más escandalosos desde la vuelta a la democracia.
En el conurbano la recolección de residuos puede estar en manos de una empresa privada (como en Quilmes) o en manos del Estado Municipal (como en Berazategui). Sin embargo, en Florencio Varela se eligió «que el servicio sea parte de un negociado nefasto en manos de un personaje siniestro con un pasado delictivo y relacionado a la última dictadura”.
La “Cooperativa 31 de mayo” (del mismísimo cómplice de la dictadura y condenado por causas locales: “Chicho” Basile) jamás había recolectado basura en su corta historia, pero por lo visto eso no le importó a Andrés Watson quién le adjudicó, desde hace años y sujeto a ajustes permanentes, el millonario pago de $5.336.709.905, 28.
Además, ese contrato está plagado de incumplimientos. El más notorio se evidencia en el hecho de que la recolección debe hacerse de lunes a sábados, en todas las calles abiertas al uso público, porque el municipio paga por todos esos días y por todas esas cuadras. No obstante, la Cooperativa de Basile no cumple con esto: no abarca ni todas las calles ni todo Florencio Varela y mucho menos brinda el servicio durante esos seis días.
Cómo ejemplo claro basta analizar la zona de la localidad de “La Carolina” donde la recolección se hace con carros y caballos y la Cooperativa cobra igual como sí prestara el servicio allí también. Y, por supuesto, sabemos que ocurre lo mismo en otros sectores del Partido y que hay reclamos por esto.
De esta forma, frente a los reiterados incumplimientos, el Municipio debería rescindir el contrato millonario, pero, una vez más, prefiere seguir pagando por tareas no realizadas.
Por su parte, los concejales supuestamente opositores «nunca pidieron la rescisión del contrato por dichos incumplimientos” ¿Será por miedo o complicidad?
El 30 de diciembre vence el contrato actual y el municipio tiene una nueva oportunidad para que el servicio pase a manos estatales como ocurre en otros distritos. Incluso tiene la chance de buscar otra empresa con experiencia en la recolección sí la primera opción no lo convence. A la vez, en ambos casos, sabe que debe garantizar la continuidad de trabajo a los recolectores y ni siquiera pensar en despidos arbitrarios.
¿Qué hará Andrés Watson?, ¿seguirá sosteniendo un negociado millonario o terminará por fin con los oscuros tratos que hace con “Chicho Basile”? Le quedan pocas semanas para decidir, ojalá actúe (al menos una vez) como corresponde.


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