A LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS TAMBIÉN LAS FINANCIA EL ESTADO

Es muy común que repita la frase «las universidades privadas no reciben fondos estatales como las públicas» pero esa afirmación es mentira.

En medio de la lucha por el financiamiento universitario el gobierno repetía que “con tu dinero se financia la universidad pública” y que, por supuesto, “había curros”.

También es habitual que las autoridades de las universidades privadas, docentes, alumnos y mucha gente afín al gobierno nacional recomienden “hacer como la universidad privada que no pide fondos al estado”.

Pero lo que gran parte de la sociedad desconoce es que la universidad privada, además de financiarse con el cobro de una cuota, también lo hace con importantes aportes de fondos públicos.

Por un lado, las universidades están exentas  de pagar el impuesto al valor agregado (IVA) del 21% y también están exentas  del pago del impuesto a las ganancias.

A esas importantes extensiones le debemos sumar  las contribuciones patronales del 18%  que son el aporte obligatorio que las empresas realizan al sistema de seguridad social por cada trabajador.

Está importante exención de impuestos se estableció por la ley 27.541 y en medio del recorte a las universidades públicas, el presidente Milei las prorrogó por decreto este año.

El estado nacional puede aportar dinero por vía de subsidios, o sea, transferencias de dinero pero también por exenciones donde el estado decide no cobrar.

Entonces, esta idea que repiten los defensores de LLA, claramente es una falacia más neoliberal.

Es, nada mas y nada menos que acumulación por despojo porque se transforma un bien público (educación universitaria pública) en una mercancía para originar nuevas formas de acumulación de capital, es decir de ganar dinero para las grandes empresas. Se busca desmantelar toda la educación pública que es un derecho universal y un bien público y así se incentiva al sector privado, incluso (de allí también la falacia) a través de subsidios y otras alianzas entre lo público y lo privado.

Esta situacion genera más desigualdades y más beneficios para empresas privadas, incluyendo a las universidades privadas, porque el estado nacional decide no cobrar millones a las empresas que administran las  universidades privadas pero los trabajadores pagan ingresos brutos, todas las personas pagan el IVA y las pequeñas  y medianas empresas (pymes) pagan las contribuciones patronales.

Una vez más, hay dinero para las empresas privadas y presión con impuestos para trabajadores, familias de bajos ingresos y pequeñas y medianas empresas.