El día 5 de agosto Julio Pereyra, ex intendente de Florencio Varela y ahora diputado, festejo su cumpleaños número 72 con su familia y un pequeño grupo de dirigentes políticos.
Está nota no intenta dar detalles de la vida privada, sino poner de relieve las relaciones políticas de un conjunto de dirigentes.
En la mesa principal junto a Don Julio se encontraban Carlos Kunkel, Cristina Fioramonti y Andrés Watson junto a personas que no participan de la vida política y no viene al caso mencionar.
Está fiesta de cumpleaños fue mucho más pequeña que las anteriores, no más de 60 personas, lo cual dejo en claro quién es el núcleo de confianza de Julio Pereyra.
Hubo una mesa en la fiesta donde se sentaron un grupo de dirigentes políticos, los cuales siempre que se les pregunta, dejan en claro con sus discursos la defensa de los derechos humanos y repiten eufóricos en cada acto la frase «la sangre derramada no será negociada».
Esa atractiva mesa la conformaban Dario Daquino (concejal y Secretario General del Sindicato Municipal, esa forma rara de ser patronal y representante de los trabajadores), Laura Ravagni (Gerenta del PAMI), Antonio Tony Suárez (concejal y referente de un sector del Movimiento Evita), Arnaldo Medina (Rector de la UNAJ), Mariana Corrales (ex concejal) y Francisco Chicho Basile.
Para quienes no conocen a Chicho les contaremos que milito en los grupos de la derecha peronista en los setenta, estuvo prófugo por atentar contra la incipiente democracia, fue preso por robo de nafta y fue denunciado por la trabajadora municipal Melva Campodonico por haber participado en su secuestro en los tiempos de la dictadura militar.
Cuando se piensa la postura pública con respecto a la represión civico militar de Carlos Kunkel y Tony Suárez nos imaginaríamos que no compartieron la mesa con Chicho Basile, pero sucedió todo lo contrario, abundaron los brindis y risas.
Kunkel ya había tenido como invitado al denunciado por secuestro Chicho Basile en sus cumpleaños en el Salón El Cortijo, Daquino ya había incursionado en convivir con represores cuando dio cobijo en el sindicato a Eugenio Cipolat miembro del Batallón de inteligencia 601.
El rector de la UNAJ Arnaldo Medina también a demostrado tolerancia a personajes vinculados a la dictadura ya que sostiene a Luis Genoud a su lado a pesar de su rol en la dictadura y ser Ministro de Seguridad de la provincia en la masacre de Avellaneda.
En definitiva, todo el grupo tolero a Chicho Basile y escucho entre risas las historias de un personaje siniestro.
También hubo ausencias notorias como la Cristian Rodríguez candidato a primer concejal a quien Don Julio quiso bajar y no pudo, como así tambien toda la vieja guardia que está vez no fue invitada a la casa de su conductor.
Contar este cumpleaños es mostrar que Chicho Basile es parte de la intimidad del poder y que los dirigentes mencionados que todos los 24 de marzo cantan «no perdonamos no nos reconciliamos» sostienen esa frase como una pose para la gilada.
Tony Suárez que charlo con Chicho de modo animado es tan de confianza de Don Julio que le compro su fastuosa casa del Cruce Varela que imaginamos se la dio a pagar en miles de cuotas teniendo en cuenta el salario como concejal.
El otro que logro entrar fue Fito Calvi (ex concejal de la UCR y funcionario de Don Julio), como amigo de la escuela secundaria y como buen servil recorría las mesas repartiendo abrazos por las dudas.
Cuando desde la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Florencio Varela, denuncian la complicidad del poder político municipal con un secuestrador como Basile o entregador de sus compañeros como Genoud, los mencionados en esta nota niegan toda relación.
Está fiesta demuestra que Chicho al fin y al cabo es un compañero, asimismo también da unos votos hacer actos por los compañeros desaparecidos, todo un ejemplo vivo de cómo se traicionan los principios.
Para finalizar luego de varias horas en la casa de Don Julio cantaron la marcha peronista entre abrazos, risas y champagne, seguro que estaban combatiendo al capital?.
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