A mediados del 2014 el Municipio de Florencio Varela encabezado por Julio Pereyra impulsó junto al Ministro de Defensa Agustín Rossi, el Jefe del Ejército Argentino Gral. César Milani y el titular de la Secretaría de Hábitat Padre Múgica arquitecto Rubén Pascolini, la regularización de la toma de tierras del Triángulo de Don José.
Las tierras fueron cedidas por el estado nacional al municipio y además se realizó la compra de 15 hectáreas para reubicar al barrio “La Chanchería”.
Ese proyecto fue acompañado por el Concejo Comunitario de Tierras encabezado por Pablo Reynoso y con el apoyo público de Hebe Bonafini y La Cámpora, pero sin tener responsabilidad formal en la administración de fondos ni la gestión del proyecto. Incluía la subdivisión del barrio, apertura de calles, colocación de medidores de luz, red de agua y cloacas. El proyecto de urbanización sin dudas transformaba el barrio y garantizaba un hábitat digno para decenas de familias.
El proyecto se inició, pero no se terminó, quedando las familias en una situación de precariedad que contrasta con el vídeo institucional donde se sostiene que todo fue maravilloso. La red de agua en parte del barrio no funcionó, las cloacas a los meses se desbordaron, “La Chanchería” nunca fue trasladada a las tierras compradas por el estado nacional, el fracaso fue notorio. A 10 años del proyecto de urbanización las familias del sector “La Chanchería” siguen esperando el traslado, las cloacas siguen inundando las casas y las obras de luz nunca se hicieron.
Pasaron cuatro presidentes, tres gobernadores y dos intendentes sin que nadie pueda resolver las condiciones de vida a la que suman numerosas muertes fruto del narcomenudeo. Es necesario que los gobiernos impulsen programas de urbanización para los barrios populares de modo honesto y cumpliendo con las obras prometidas.
Ese trabajo de urbanización es posible tal como lo demuestra la tarea realizada por la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) de modo honesto y eficiente lo cual es reconocido por el Banco de Integración y Desarrollo (BID) ¿Qué hace el gobierno actual frente a un programa que funciona? El gobierno de Milei lo desfinanció y generó una campaña de desprestigio, la cual no se sostuvo ya que, como queda demostrado en las auditorías, no existió corrupción en los cientos de obras en todo el país.
El acceso a la vivienda digna, la luz, el agua y el gas son derechos básicos. No se puede naturalizar la negligencia e ineficacia del Estado frente a la gran problemática del hábitat, y menos tolerancia se puede tener con la corrupción de los negocios inmobiliarios. La desidia estatal es un crimen.
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