EL MAYOR MONOPOLIO DE LA ARGENTINA: ¿QUÉ ES EL GRUPO DE TRANSPORTE PÚBLICO “DOTA”?

Estas semanas circularon rumores de que MOQSA (el monopolio de transporte que maneja Florencio Varela) sería comprado por DOTA (Doscientos ocho Transporte Automotor), pero esto lo desmintieron al menos por ahora.

Los usuarios del transporte de Florencio Varela venimos siendo rehenes del ya mencionado monopolio MOQSA (MICRO OMNIBUS QUILMES SOCIEDAD ANÓNIMA) que nos somete a un pésimo servicio debido a que el gobierno municipal le entregó el control casi total del transporte del Partido sin siquiera exigirle que cumpla con una buena prestación. Y ese pésimo servicio quedó demostrado, entre otras cosas, cuando los trabajadores realizaron paros por la falta de pagos de salarios.

Ahora bien, los rumores de compra de MOQSA fueron desmentidos por el grupo DOTA y si en algún momento se concretará la misma eso sólo agravaría aún más el sometimiento de los varelenses a un todavía mayor monopolio del transporte público.

Veamos porqué…

• El grupo DOTA nace en 1955 como una pequeña línea de colectivos de CABA, pero, a partir de 1990, se fue transformando en el monopolio de transporte más grande de Argentina.
• Al monopolio DOTA lo controlan los hermanos José y Angel Faija que, actualmente, manejan 180 líneas de colectivos con 733 ramales en CABA Y AMBA.
• En AMBA, el 67,42 % pertenece a la empresa DOTA dónde tiene una porción Norberto Milei, padre del actual presidente.
• DOTA además de controlar a la mayoría de las empresas de transporte del país es dueña de las compañías de carrocerías “MEGACAR” Y “TODO BUS” y la de “SEGUROS ARGOS”.

Es claro que los monopolios económicos someten a sus intereses económicos primero a los usuarios y luego a los Estados por eso los gobiernos deberían poner límites legales para que existan diferentes empresas prestatarias.

Sin ir más lejos, en Florencio Varela, EDESUR es otro notable ejemplo de empresa monopólica y las consecuencias de eso también las vivimos hace décadas. Por ello, lxs vecinxs debemos exigir a quienes nos gobiernan que apliquen las leyes antimonopólicas de una buena vez y antes de que toda la población termine siendo esclava de más grupos empresariales exclusivos y sus nefastos servicios que dejan mucho que desear.