A partir de la denuncia penal de la auxiliar de educación, Karina Macedo, se hizo público lo que era un secreto a voces: en las escuelas públicas de Florencio Varela lxs pibes y pibas no desayunaban, almorzaban o cenaban lo que establece el Servicio Alimentario Escolar (SAE). Y la realidad es que los cuantiosos fondos que envía el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad para garantizar una alimentación adecuada se transforma, en la mayoría de las escuelas, en comida escasa y de mala calidad.
El Programa SAE establece que se debe garantizar desayunos, almuerzo o cena a los estudiantes de inicial, primaria y secundaria de todos los establecimientos públicos de nuestra ciudad. También se pueden incluir patios abiertos, orquestas y coros.
Esos alimentos, según el SAE deben ser alimentos y bebidas saludables y no se deben brindar alimentos ultra procesados.
Esos desayunos, meriendas o cenas deben garantizar frutas, verduras, cereales, legumbres, lácteos (leche, queso), carne, huevos, aceites y semillas.
Cuando observamos el Programa SAE que está publicado en la página del Ministerio de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, que está al día con las transferencias para tal fin, queda claro que el Consejo Escolar no usó ese dinero en lo que corresponde.
Según confirman directivos, docentes y auxiliares la calidad, variedad y cantidad de alimentos que establece el SAE no se cumplen.
¿Los consejeros escolares nunca leyeron los criterios del SAE? ¿No se dan cuenta que una feta transparente de queso o una pincelada de queso sobre las pizzetas no es garantizar lácteos? ¿Nadie se dió cuenta que las frutas no existían en el menú escolar? ¿En serio creen que el mate cocido es leche?
Sin dudas, hace años el Consejo Escolar de Florencio Varela construyó un sistema donde consejeros escolares, proveedores y personajes como el Secretario General de ATE y ex Consejero Escolar, Dario Olmedo, desviaron dinero del SAE para otros fines, con la complicidad de distintos personajes de la comunidad educativa y fuera de ella.
Lo que resulta más asombroso a esta altura de los hechos, es escuchar a los consejeros escolares, gremialistas, inspectores y algunos directivos hacerse los ofendidos porque se cuestiona su honestidad ¿En serio piensan que nadie se da cuenta de que brindan pésimos alimentos y en escasas cantidades?
La comunidad educativa toda debe controlar que se cumplan los desayunos, almuerzos y meriendas con los ingredientes y alimentos que fija el SAE porque para eso se envían las partidas de dinero.
CON LA COMIDA DE LXS PIBES NO SE JODE.
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