La investigación por los asesinatos de Paloma y Josué se inició el 1 de febrero a partir de que se encontraron sus cuerpos en un predio que está abandonado hace décadas junto al puente de Bosques sobre la Ruta 36 y calle Constancio Vigil.
El fiscal responsable de esa investigación fue desde el comienzo el titular de la Fiscalía N°5, Hernán Bustos Rivas, quien estuvo durante 13 días a cargo de esta.
El día 11 de febrero la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO) entregó al fiscal Bustos Rivas la información de que el teléfono de Josué habría impactado en una ciudad de Río Negro, pero el funcionario estaba más preocupado por abandonar la investigación que por avanzar rápidamente con un dato tan importante.
El jueves 13 de febrero por la mañana se sorteó entre los fiscales de Florencio Varela quién sería el nuevo responsable de la investigación, siendo designado el titular de la Fiscalía N°1, Darío Provisionatto, quien inmediatamente ante la información brindada por la DAJUDECO impulsó medidas, aunque ya se hubieran perdido 48 horas debido a las actitudes de Bustos Rivas.
El Fiscal Provisionatto envió una comisión de la Policía Federal que ubicó a la persona que tiene en su poder un celular Samsung J2 con igual IMEI que el de Josué. Un dato central es que los IMEI de los celulares son irrepetibles y no pueden ser clonados por lo cual se abren interrogantes sobre qué sucedió con el dispositivo. El Fiscal Provisionatto está trabajando en diferentes direcciones imponiéndole un importante ritmo a la investigación.
Una vez más se desarrolla una investigación en la que el apartamiento de fiscales como Bustos Rivas o la exfiscal Dongiovanni significa la multiplicación de acciones lo cual deja a la vista su ineficacia o complicidad.
Se perdieron 13 días, pero las múltiples acciones que impulsa el fiscal Provisionatto renuevan las esperanzas de llegar a la verdad.
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