Desde comienzos del 2010 empezaron a desarrollarse dos loteos sobre la avenida Hudson de Florencio Varela, oscuras tramas surgieron y los dueños nunca dieron la cara.
El primer loteo tiene los planos aprobados y está a nombre de Terralin S.A cuyo domicilio se encuentra en la calle Rawson 531 del Partido de Almirante Brown. Transcurrieron más de 10 años y la oficina de ventas de lotes sobre la avenida Hudson jamás estuvo habilitada por el municipio de Florencio Varela lo cual resulta llamativo sobre todo porque los pequeños comercios de la zona sufren un férreo control municipal.
Las familias que decidieron comprar un lote en el lugar confiaron en el proyecto a partir de que el importante chalet que oficia de oficina de ventas se encuentra claramente identificado con carteles y cuando recurrieron al municipio para preguntar si el loteo era legal les confirmaron que sí.
La persona que atendía en el chalet no habilitado por el municipio para la venta de lotes era Viviana Poma quien oficiaba de vendedora y cobradora en representación de la empresa Terralin S.A. Las familias pagaban con dinero en mano a esta mujer quien les entregaba un recibo de los que se compran en cualquier librería o les solicitaba que le envíen a una cuenta personal el dinero, nunca a una cuenta de la empresa.
Claramente la apoderada de la empresa Terralin S.A. evadió los impuestos que debían pagar al estado por la venta de propiedades, a ello se le suma que a algunas familias les daban un recibo del Grupo Adage que tendría una oficina en la calle Monteagudo 3040. Entonces las familias recibían recibos no legales con el encabezado de Terralin S.A o Grupo Adage, pero todos claramente evadían impuestos.
Además, la apoderada Viviana Poma les entregaba a las familias un papel «que habitualmente entrega catastro municipal a familias propietarias para determinar el domicilio real» pero ¿Por qué lo hacia la apoderada de la Empresa?
Al día de hoy una gran cantidad de familias que terminaron de pagar no logran que la empresa Terralin les entregue el boleto de compraventa y mucho menos escriturar.
A partir de la consulta de una persona que quería comprar un lote el municipio realizó una inspección al predio donde se encontró que la apoderada Viviana Poma habría vendido pedazos de tierras que «están afectados para equipamiento Comunitario».
En los últimos meses apareció un supuesto nuevo apoderado de apellido Santillán que no muestra ninguna documentación que acredite su rol pero que sostiene que las familias deben pagarle. Una vecina consultó al escribano donde había firmado su boleto de compraventa quien claramente no debería dar ninguna respuesta, pero para sorpresa de la vecina el propio escribano Herrera Pons le dijo que «le pagué a Santillán». El escribano Herrero Pons actúa como si estuviera involucrado en las operaciones comerciales, pero no aparece en ninguna documentación como dueño.
Si tomamos el otro loteo a un par de cuadras la empresa vendedora es Lote Lindo SRL que llamativamente tiene su domicilio en el mismo lugar que Terralin S.A, pero en este caso los planos no están aprobados y además tienen una promoción de venta sobre gran parte del predio.
El supuesto nuevo apoderado de apellido Santillán, que atiende en la oficina de ventas del otro loteo, también vende los lotes en este predio a cargo de Lote Lindo SRL. Estos días este personaje repartió un panfleto donde brinda información falsa diciendo que el loteo de Lote Lindo SRL está aprobado lo cual es mentira. Pero también llamativamente ese folleto sostiene que representa a las empresas Terralin S.A, Lote Lindo SRL, Grupo Adage y Herpon SRL, pero ¿Quiénes son los dueños de estos loteos plagados de irregularidades?
Otro dato llamativo es que los lotes que integran el loteo de la empresa Terralin S.A no pagan los impuestos municipales y el municipio no inició ningún cobro vía juicio de apremio como a miles de varelenses. Por otra parte, ante la enorme cantidad de irregularidades de las empresas ¿Por qué no se aplicaron multas acordes?
Las empresas no habilitan la oficina de ventas, evaden impuestos a la AFIP, no pagan impuestos municipales ni reciben multas considerables por sus incumplimientos al estado y a les compradores. Una vez más los negocios inmobiliarios son oscuros laberintos donde se desconocen los nombres de quienes recaudan las ganancias, pero que sin dudas se desarrollan con la connivencia del poder político.
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