Florencio Varela al igual que otros distritos del segundo cordón del conurbano tiene muchas extensiones libres de tierra para poder generar suelo urbano y que eso derive en loteos sociales con servicios. Dentro de la tierra libre en el distrito se encuentran muchas herencias vacantes o rezagos de lotes de empresas que realizaron loteos en las décadas del ‘60 y ‘70 principalmente.
Con la vuelta a la democracia el gobierno municipal encabezado por Julio Carpinetti inició un proceso de ordenamiento urbano y la creación de un banco de tierras para saber la situación dominial y poder planificar los loteos con servicios. La llegada a la gobernación de Antonio Cafiero dio impulso a estas políticas y en Varela se creó la Casa de Tierras, llegaron los dos primeros loteos denominados Pro-Tierra San Francisco y Hudson, además de algunos planes de viviendas. Parecía que la ciudad había construido un camino para garantizar el acceso a la vivienda.
La asunción de Julio Pereyra como intendente en 1992 significó la destrucción de estas políticas públicas que incluyó la persecución a los funcionarios encargados de la política pública.
Luego de casi 20 años de abandono de las políticas de generación de suelo urbano, se crea en el año 2012 el Consejo Consultivo para la Tierra y la Vivienda donde solo pueden participar representaciones alineadas políticamente con Julio Pereyra. En el año 2013 el gobierno nacional brinda un fuerte apoyo a esa política de generación de suelos comprando tres parcelas rurales que sumaban una importante cantidad de hectáreas lo cual permitía garantizar el “derecho a la vivienda digna” a miles de familias como lo establece el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. El Concejo de Tierras convocó a varios “cabildos abiertos” para discutir las políticas de hábitat donde se prometían políticas de acceso al suelo, pero ¿Qué pasó en la realidad?
La ausencia de los prometidos loteos sociales con servicios son una muestra clara del fracaso. El loteo social de Villa Brown Rural a más de 10 años de su creación sigue sin medidores de luz, agua potable ni accesos ¿Esa era la política de hábitat transformadora?
Quizás uno de los ejemplos donde se mezcla ineficacia y corrupción de modo más claro es el loteo social de Villa San Luis en el que de las 15 hectáreas se perdieron 8 porque estafadores hicieron un loteo ilegal en las propias tierras municipales.
Al tercer loteo en Villa Argentina, luego de más de 10 años, nunca fueron trasladadas las familias que todavía viven hacinadas en pasillos y en medio de la violencia del narcomenudeo.
Por otro lado, muchas herencias vacantes cuya tierra podría permitir nuevos loteos sociales es ocupada hace décadas por loteos ilegales, el que está pegado al cementerio de Varela es la muestra más clara de la corrupción municipal.
Frente a este estrepitoso fracaso de la política de hábitat impulsada por Julio Pereyra y el Concejo de Tierras las consecuencias son los intentos de tomas de tierras y las violencias que genera. La ciudad está sumergida en una alarmante falta de generación de suelo urbano, un creciente aumento de loteos ilegales y una desesperación de las familias más pobres que viven hacinadas.
El accionar de estos funcionarios muestra claramente que la tierra y la vivienda es tomada como un bien de cambio y un privilegio al servicio de criminales negociados, y no como el derecho inalienable de toda persona que en realidad es.
Es necesario impulsar nuevos loteos sociales, ya no solo para las familias en situaciones más vulnerables con condiciones laborales informales, sino también para quienes aún insertos en el mercado laboral formal tampoco pueden acceder a la vivienda.
Mientras en Florencio Varela se suceden los intentos de tomas de tierras y los lotes sociales subsisten sin servicios ni accesos, un puñado de funcionarios municipales y militantes políticos explican en la Diplomatura de Hábitat en la UNAJ las maravillosas políticas de hábitat que nunca aplicaron.
En Florencio Varela no solo faltan políticas públicas, sino que sobran responsables del desastre que fingen demencia.
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