Desde la vuelta a la democracia en 1983 sucesivos y numerosos escándalos de corrupción sacudieron la administración municipal a la par que vimos crecer año a año la estructura del Partido Justicialista y sus millonarias campañas electorales.
Si pensamos en escándalos de corrupción que involucran funcionarios podemos recordar la venta del frigorífico municipal, la explotación de trabajadores y trabajadoras rurales en el proyecto “La Voz del Campo”, los numerosos hechos de corrupción en el Concejo Escolar y una larga lista que involucró a Julio Carpinetti, Julio Pereyra y sus entornos políticos cercanos; salvo Daniel Zisuela, nadie está preso.
Simultáneamente, el Partido Justicialista (PJ) creó una estructura cuyo financiamiento nadie puede explicar. Por ejemplo, la compra y construcción de la costosa sede del PJ local, la Fundación FINDEL, El Frente Nacional Peronista, decenas de agrupaciones, locales, cientos de colectivos, equipos de audios, escenarios. Todo esto multiplicado hasta el infinito en campañas electorales.
La pregunta central es ¿DE DÓNDE SALEN LOS CIENTOS DE MILLONES QUE FINANCIAN ESTA ESTRUCTURA A LA VISTA DE TODES?
El aporte que recibe el Partido Justicialista del estado nacional por los votos obtenidos en cada elección, según un viejo militante conocedor de las formas de recaudación, no cubren ni el 5% de lo que la estructura política del PJ gasta en un año, entonces ¿De dónde sale el dinero?
Una pequeña porción del gasto ilegal se cubre usando los empleados municipales para cumplir tareas en la Fundación FINDEL, el Frente Nacional Peronista y la Sede del PJ de modo vergonzoso y público.
Los equipos de audio municipales y empleados encargados son de uso habitual del PJ en sus actividades y durante décadas el Centro de Cómputos del PJ funcionó en el municipio, pero estos gastos no explican los millones que financian al PJ local.
Estos días los funcionarios municipales se muestran preocupados por el desfalco cometido por un puñado de empleados infieles entre los cuales hay militantes del PJ y la caída del Titular del Juzgado de Faltas N°3, Raúl Velázquez, quien sería un recaudador de coimas pero no el destinatario final de la totalidad del dinero.
En los pasillos del palacio municipal se enumeran diversas cajas negras que aportan al millonario aparato político ¿Será una caja los millonarios contratos del secuestrador “Chicho” Basile a través de las empresas Servicios y Gestión S.A, TURE S.A y la Cooperativa 31 de Mayo que maneja la recolección de residuos? ¿Serán las empresas de transporte aspirantes a la caja negra a cambio de los contratos y que nadie los controle mientras les varelenses viajan como vacas? ¿Será la caja negra la obra pública local y la contratación de diversos servicios un aportante de millones de pesos a cambio de obras más caras que pagamos todes les varelenses? ¿Seguirá funcionando el viejo sistema donde la policía bonaerense ponía una porción de su recaudación en manos de la estructura política del PJ?
Un capítulo importante es cómo viven en fastuosas propiedades personajes de la política local que su único ingreso fue ser funcionarios públicos como Julio Pereyra, Hugo Pereyra, Tony Suárez, Carlos Kunkel, Luis Genoud, Daniel González y una larga lista de empleados públicos crónicos.
Una parte de los ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad nos indignamos y batallamos frente a esta realidad, y otra parte se transformó en una masa de aplaudidores seriales que fingen demencia a cambio de cargos públicos, negocios o empleos de calidad en el estado para sus queridas familias.
Quienes deben proclamarse son los concejales que hace décadas hacen la vista gorda y oídos sordos durante cuatro años para que al terminar su mandato puedan seguir cobrando un sueldo en el municipio, hasta ahora cómplices absolutos del saqueo.
El otro poder que debería actuar es la justicia, que desde la llegada a la Corte Suprema de la Provincia de Luis Genoud se encargó de garantizar la impunidad de la trama mafiosa local. Sí, Luisito es el principal responsable de impedir que haya justicia con todo tipo de métodos.
Las organizaciones encargadas de investigar el financiamiento de los Partidos Políticos en Latinoamérica vienen alertando de un peligroso fenómeno que es el financiamiento con dinero del narcotráfico de modo directo, a través de fuerzas de seguridad o empresas creadas para blanquear dinero.
Es necesario que las mayorías abrumadas no dispuestas a fingir demencia salgan del confort que genera la queja en las redes y entiendan que si no hacemos nada el futuro es incierto por demás.
El gasto millonario de las campañas electorales, las estructuras políticas enormes y las vidas fastuosas de un grupo cada vez mayor de dirigentes políticos, policiales, judiciales y de nuevos empresarios nos hace preguntarnos si ya no sucede en nuestra ciudad, si eso fuera así estamos entrando en un juego sin retorno donde los que se desentienden serán responsables también de la tragedia.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.