Presentamos la siguiente trilogía para dar a conocer uno de los casos más aberrantes ocurridos en Florencio Varela y que continua sin esclarecerse, pues “esconde la mugre judicial que lo rodea” debajo de una alfombra de inoperancia e injusticia.
“Masacre de Senzabello, UN FINAL IMPUNE QUE SUPIERON FORMALIZAR”
Luego de dejar presos a “perejiles”, y de inventar varias hipótesis inviables, el tándem que componían Roberto Mongelós y la fiscal Mariana Dongiovanni recabó una información “vital” para la investigación: “el eximio tirador era un joven de 14 años”. Esto provocó que la investigación recaiga en la UFI 1, del Fuero Penal Juvenil, que desestimó la acusación. Y, al no quedar detenidxs ni imputadxs, la causa fue archivada por la mismísima funcionaria Dongiovanni.
Y ante tamaño desastre, frente a uno de los hechos más brutales que vivió Florencio Varela, cualquier persona (en su sano juicio) se imagina un castigo electoral al poder político, una separación del cargo de los responsables policiales y un análisis judicial sobre el rol de la fiscal; empero, ¡nada de eso sucedió sino, más bien, todo lo contrario!.
Por su parte, el Comisario Inspector (y Jefe Distrital) Roberto Mongelós se retiró de la fuerza sin ser investigado y Julio Pereyra lo designó Secretario de Seguridad del Municipio,donde aún continúa confirmado por el actual intendente Andrés Watson.
En cuánto a Julio Pereyra: éste fue electo, meses después, como Diputado Provincial por el Frente para la Victoria y en el 2021 lo fue como Diputado Nacional por el mismo sector.
La abogada Florencia Casamiquela, por su parte, en el año de la masacre (2017) fue candidata a Senadora Nacional en dupla con Florencio Randazzo, para luego ser funcionaria de Alberto Fernández y, en la actualidad, alcanzar la candidatura a intendenta por Juntos; siendo “lo que se dice una persona de convicciones flexibles”.
“Cuco” Ñañez, a su vez, sigue a cargo de la Dirección de Derechos Humanos y nunca explicó que hacía el abogado de su área defendiendo a un sospechoso de participar en el crimen de aquella madrugada de verano.
Ahora bien, la situación de la fiscal Dongiovanni nos seguiría dando de que hablar al quedar a cargo de la investigación del asesinato de Lautaro y la desaparición de Lucas. Causa por la cual, las familias de los jóvenes, sostienen que recibieron malos tratos, negativas a atenderlos, apoyo a la postura de la policía bonaerense (ampliamente implicada en la muerte de Lautaro y en el secuestro de Lucas) y el desarrollo de una averiguación plagada de ineficacia (solo para ser benévolos). Aquí no es menor resaltar que vemos, en estos indiscutibles argumentos, una gran similitud con los sostenidos por la familia de Sabrina Barrientos.
Por lo pronto, la causa fue desarchivada por la familia de Sabrina y recayó en la Fiscalía N° 4, a cargo de la Fiscal Nuria Gutiérrez, sin demasiados avances.
Empero, los avances llegaron, por fin, de la mano del Titular de la UFI 1 de Berazategui, Daniel Ichazo, a cargo de la temática de delitos conexos de TRATA que imputó, por encubrimiento; al dueño del Boliche “Santa Diabla” en la causa “Zisuela 2”. Al mismo tiempo se suma que, en una indagación por Facilitación y Promoción de la Trata de Mujeres en los boliches Punto Límite y Santa Diabla, se comprobó la existencia de dichos delitos y la causa fue elevada a Juicio con, justamente, el mismo Damián Faldetta como imputado. Y, como si todo esto fuera poco, le agregamos que quedó al descubierto, en otras investigaciones, el rol del boliche Santa Diabla y la complicidad municipal, de la comisaría tercera y de la jefatura distrital.
La masacre de Senzabello nos muestra, nuevamente, complicidades políticas, policiales y judiciales. De eso no hay lugar a dudas. No obstante, aquellxs que nos gobiernan sostienen que “todo es fruto de la mala fe de quiénes pretenden difamarlxs”.
MIENTRAS LOS FUNCIONARIOS MUNICIPALES INAUGURAN BANCOS ROJOS, Y REALIZAN DISCURSOS PLAGADOS DE “BUENAS INTENCIONES”, QUE SON, NI MÁS NI MENOS, QUE UNA BRUTAL MUESTRA DE SU HIPOCRESÍA… ¡LAS FAMILIAS Y LAS VÍCTIMAS ESPERAN JUSTICIA!.
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